EUA ataca embarcación de narcoterroristas en aguas internacionales del océano Pacífico, en una nueva operación militar que refuerza la estrategia de Estados Unidos contra el narcotráfico transnacional. El ataque, confirmado por el Comando Sur del Departamento de Defensa, dejó un saldo de dos personas muertas, identificadas como presuntos integrantes de organizaciones criminales catalogadas como terroristas. El hecho se suma a una serie de acciones similares realizadas por Washington en el Pacífico y el Caribe durante los últimos meses.

Operación militar: EUA ataca en aguas internacionales
El Comando Sur de Estados Unidos informó que la acción se llevó a cabo el 29 de diciembre, como parte de una operación denominada Southern Spear, ejecutada en aguas internacionales del Pacífico. De acuerdo con el reporte oficial, el ataque fue un “ataque cinético letal” dirigido contra un buque operado por Organizaciones Terroristas Designadas, vinculadas presuntamente al narcotráfico.
Las autoridades estadounidenses señalaron que la embarcación navegaba por rutas conocidas de tráfico de drogas en el Pacífico Oriental, utilizadas de forma recurrente por redes criminales para el traslado de estupefacientes hacia mercados internacionales. Tras la operación, se confirmó la muerte de dos hombres, a quienes se identificó como presuntos narcoterroristas.
Inteligencia y rutas del narcotráfico en el Pacífico
Según el comunicado difundido en redes sociales oficiales, la inteligencia militar de Estados Unidos tenía información precisa sobre los movimientos del buque atacado. El navío, de acuerdo con el Comando Sur, participaba activamente en operaciones de narcotráfico, aprovechando corredores marítimos estratégicos del Pacífico Oriental.
Este tipo de rutas son consideradas de alto riesgo, ya que conectan zonas productoras de droga con puntos de distribución clave. Para Washington, el control de estos trayectos es fundamental para debilitar las finanzas y la capacidad operativa de los grupos criminales que operan a escala internacional.
Sin bajas estadounidenses en el ataque
Las autoridades estadounidenses destacaron que ningún miembro de las fuerzas militares de Estados Unidos resultó herido durante la operación. El ataque fue descrito como preciso y limitado al objetivo identificado, lo que, según el Comando Sur, confirma la eficacia de la planeación táctica y el uso de inteligencia previa.
La publicación oficial incluyó imágenes del bombardeo contra la embarcación, lo que generó reacciones inmediatas en redes sociales y reavivó el debate sobre el uso de la fuerza militar en operaciones antidrogas fuera del territorio estadounidense.
Antecedentes de ataques en el Pacífico y el Caribe
Este no es un hecho aislado. En septiembre de 2025, el gobierno de Donald Trump anunció que la Armada de Estados Unidos intensificaría los ataques contra embarcaciones vinculadas al narcotráfico en el mar Caribe, particularmente en aguas internacionales cercanas a Venezuela. Estas acciones se dieron en un contexto de tensiones diplomáticas con el gobierno de Nicolás Maduro.
Desde entonces, Estados Unidos ha ampliado sus operaciones también al océano Pacífico, argumentando que el narcotráfico marítimo representa una amenaza directa a la seguridad nacional y regional. Las autoridades estadounidenses sostienen que estas organizaciones no solo trafican drogas, sino que también emplean tácticas propias de grupos terroristas.
Críticas por presuntas violaciones a derechos humanos
A pesar de la postura oficial de Washington, organizaciones de derechos humanos han expresado su preocupación por el creciente número de ataques militares en aguas internacionales. Diversos colectivos señalan que estas acciones carecen de transparencia suficiente y podrían derivar en ejecuciones extrajudiciales.
De acuerdo con estimaciones citadas por estas organizaciones, los ataques realizados por Estados Unidos en el Pacífico y el Caribe habrían dejado al menos 95 personas muertas, todas acusadas de estar vinculadas al narcotráfico. Sin embargo, los críticos advierten que en muchos casos no se ha presentado evidencia pública detallada sobre la identidad de las víctimas ni sobre los procesos de verificación previos a los ataques.
Estrategia de seguridad y mensaje político
Para el gobierno estadounidense, estos operativos envían un mensaje disuasivo a las organizaciones criminales que utilizan rutas marítimas para el tráfico de drogas. La clasificación de estos grupos como “narcoterroristas” permite a Estados Unidos emplear herramientas militares más amplias, similares a las usadas en la lucha contra el terrorismo internacional.
Analistas señalan que esta estrategia busca reafirmar el liderazgo de Estados Unidos en materia de seguridad regional, aunque también incrementa la presión internacional para que se expliquen los límites legales y humanitarios de estas operaciones.

Un conflicto que sigue escalando
El ataque reciente en el Pacífico confirma que la lucha contra el narcotráfico marítimo continúa escalando y que Estados Unidos mantiene una postura cada vez más militarizada frente a este fenómeno. Mientras Washington defiende estas acciones como necesarias para frenar el crimen organizado, el debate sobre sus consecuencias legales, políticas y humanitarias permanece abierto.


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