viernes, diciembre 19, 2025

El futuro de la carne: el pollo dominará la dieta mundial hacia 2035

La carne no desaparecerá, pero el pollo será el rey del mercado mundial por su precio, eficiencia y sostenibilidad.

El futuro de la carne: una transformación global silenciosa

El olor de la carne asada seguirá siendo parte del paisaje humano, pero su origen, su tipo y su impacto ambiental cambiarán radicalmente en los próximos años. El informe Perspectivas Agrícolas 2025–2035 de la OCDE y la FAO revela un cambio profundo: la carne no desaparecerá, pero ya no será la misma.

El pollo será el gran protagonista de esta nueva era alimentaria. Su consumo mundial crecerá más del 20% y alcanzará las 173 millones de toneladas, consolidándose como la proteína preferida por millones de personas.

El secreto de su éxito es simple: cuesta menos, contamina menos y alimenta igual o mejor. Mientras tanto, las carnes de res y cerdo comienzan a perder terreno, especialmente en Europa y América del Norte, donde los consumidores priorizan alimentos sostenibles, saludables y éticamente producidos.


Pollo: el rey del nuevo menú mundial

El auge del pollo no es casualidad. Su producción requiere menos agua, menos tierra y genera menos emisiones que la ganadería tradicional. Además, su precio accesible y su versatilidad lo convierten en una opción ideal para las familias de todo el mundo.

De acuerdo con las proyecciones, Asia y América Latina serán las regiones que más impulsen este crecimiento. No solo producirán más carne, sino que lo harán con mayor eficiencia gracias a innovaciones tecnológicas, mejoras genéticas y alimentación controlada para los animales.

Esto significa que cada kilo de carne será más productivo y menos contaminante, una combinación que responde a las exigencias de los nuevos consumidores y de las políticas ambientales globales.


Un mundo que come diferente: la carne roja pierde fuerza

Durante décadas, la carne de res fue símbolo de estatus y prosperidad. Hoy, ese paradigma se tambalea. En los países desarrollados, las generaciones más jóvenes consumen menos carne roja, preocupadas por su huella ecológica y sus efectos en la salud.

En contraste, en economías emergentes como Brasil, México, India o Indonesia, el consumo de carne sigue siendo una señal de mejora económica. Sin embargo, el crecimiento no será tan explosivo como en décadas anteriores: el promedio mundial apenas subirá a 29 kilos por persona al año, lo que indica una demanda más moderada.


Producción más limpia, pero el reto ambiental persiste

Aunque la producción global de carne crecerá 13% hacia 2035, las emisiones solo aumentarán 6%. La eficiencia productiva será la clave: más carne, menos impacto. Pero este logro no elimina los desafíos ambientales.

Los residuos, el uso intensivo de agua y las emisiones de metano continúan siendo puntos críticos. El informe advierte que, si bien la huella de carbono por kilo de carne disminuirá, el volumen total de producción seguirá presionando los ecosistemas.


China pierde protagonismo en el mercado global

China fue durante años el epicentro del comercio mundial de carne, pero ese dominio se debilita. El país reducirá su dependencia de las importaciones y pasará de representar una quinta parte del comercio global a solo una sexta parte en 2035.

Esto reconfigurará los flujos internacionales. Brasil, Australia y Estados Unidos se consolidan como los nuevos gigantes exportadores gracias a su alta productividad y costos competitivos.

El comercio global de carne crecerá solo 10% en la próxima década, una cifra modesta comparada con los años dorados del boom cárnico.


Precios altos en el corto plazo, alivio hacia 2035

Los próximos años serán complicados para los consumidores. La carne, sobre todo la de res y cordero, seguirá cara debido a la lenta recuperación de los rebaños tras varios brotes sanitarios y sequías prolongadas.

Pero la calma llegará. Hacia mediados de la década de 2030, los precios comenzarán a bajar: la carne de pollo y cerdo podría abaratarse hasta 20%, y la de res alrededor de 8%. La combinación de menores costos de alimento animal y mayor productividad será decisiva.

La carne seguirá siendo un bien valioso, pero no inalcanzable.


Riesgos sanitarios y regulaciones: los desafíos que vienen

La industria cárnica no solo enfrenta la presión ambiental, sino también los riesgos de nuevas pandemias animales como la gripe aviar o la peste porcina africana. Estos brotes pueden alterar drásticamente la producción y el comercio.

A ello se suman las nuevas regulaciones internacionales sobre el uso de antibióticos y el bienestar animal, que buscan garantizar una producción más ética y saludable. Las empresas que no se adapten podrían quedar fuera del mercado global.


Un futuro eficiente, tecnológico y con sabor a pollo

El informe de la OCDE y la FAO deja claro que el futuro de la carne no será su desaparición, sino su transformación. La proteína animal se mantendrá en la dieta global, pero con una lógica distinta: más eficiencia, más tecnología y menos impacto ambiental.

En ese nuevo mapa alimentario, el pollo será el rey indiscutible. Su ascenso marca un cambio cultural y económico que redefine cómo el mundo come, produce y se relaciona con la comida.

El desafío está en lograr que ese futuro no solo alimente al planeta, sino que también lo preserve.

Giovanna Cancino
Giovanna Cancino
Giovanna Cancino es una experimentada profesional de la comunicación, Licenciada en Ciencias y Técnicas de la Comunicación. Con más de una década de trayectoria en medios impresos y digitales, se ha consolidado como reportera y editora. Su profundo conocimiento se refleja en sus colaboraciones en la sección deportiva 'Sport Judge', así como en las importantes secciones Nacional e Internacional, asegurando una cobertura fiable y relevante para nuestros lectores.
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