Venezuela, un ejemplo de resistencia ciudadana
El pasado 28 de julio, el pueblo venezolano protagonizó un momento histórico que resonará por generaciones. Liderados inicialmente por María Corina Machado, millones de venezolanos mostraron al mundo que la constancia y el compromiso ciudadano pueden desafiar incluso las más brutales dictaduras.
Sin embargo, el régimen de Nicolás Maduro se resistió a ceder el poder. A pesar de las trampas y la represión, Edmundo González, candidato opositor, emergió como el vencedor en unas elecciones plagadas de irregularidades. Las actas, verificadas y respaldadas por el movimiento opositor, evidenciaron su triunfo.
Pero en un acto de imposición, Maduro volvió a tomar protesta el pasado 10 de enero, pisoteando la voluntad popular y reafirmando su control absoluto sobre el país.
Represión sin precedentes: el costo de la lucha
El regreso de Maduro al poder no llegó sin un alto costo humano. En la última semana previa a su toma de protesta, más de 2,000 opositores fueron detenidos, incluyendo niños y jóvenes cuyo único “delito” fue mostrar su apoyo a la oposición.
El régimen no solo reprimió dentro de sus fronteras. Declarándolos personas non gratas, prohibió el regreso de voces críticas en el extranjero, mostrando un desprecio absoluto por los principios democráticos.
En plazas de ciudades de todo el mundo, la diáspora venezolana se unió en protesta. Desde Madrid hasta Ciudad de México, los expatriados levantaron la voz, pidiendo justicia y solidaridad internacional.
Silencio y acción: la respuesta internacional dividida
El caso venezolano ha expuesto las profundas divisiones entre los gobiernos del mundo. Mientras líderes como Gabriel Boric (Chile), Bernardo Arévalo (Guatemala) y Luis Abinader (República Dominicana) condenaron enérgicamente al régimen, otros países, como México, optaron por una postura de tibia representación.
- Gabriel Boric, presidente de Chile, declaró: “Desde la izquierda les digo que el gobierno de Maduro es una dictadura”.
- Bernardo Arévalo, líder de Guatemala, denunció el fraude electoral y la represión del pueblo venezolano.
- Luis Abinader, de República Dominicana, reafirmó su compromiso con la recuperación de las libertades en Venezuela.
Por otro lado, el gobierno mexicano se limitó a participar en el acto de toma de protesta de Maduro, sin condenar la detención de María Corina Machado ni las violaciones a los derechos humanos, generando críticas por su falta de acción.
María Corina Machado: un símbolo de esperanza
La figura de María Corina Machado se ha convertido en un emblema de la lucha venezolana. A pesar de la represión y la censura, su liderazgo movilizó a millones de ciudadanos dentro y fuera del país. Su arresto, orquestado por el régimen, ha despertado solidaridad internacional, pero también cuestionamientos sobre la pasividad de ciertos gobiernos ante estas flagrantes violaciones de derechos.
¿Qué sigue para Venezuela?
La dictadura de Maduro no solo desafía a los venezolanos, sino también a la comunidad internacional, que enfrenta un momento crucial:
- ¿Continuará el silencio de ciertos gobiernos?
- ¿Tomará el mundo democrático medidas más contundentes?
La diputada española Cayetana Álvarez de Toledo lo resumió con crudeza: “En Venezuela, el tiempo se cuenta por muertos”. La indiferencia internacional no solo perpetúa la crisis, sino que añade al sufrimiento del pueblo.
El compromiso que nos toca
El valiente pueblo venezolano ya ha hecho su parte. Con protestas, foros internacionales y un llamado constante a la justicia, han demostrado una resiliencia que inspira al mundo.
Ahora, el desafío recae en los gobiernos y las organizaciones internacionales. La lucha contra la dictadura no puede quedar únicamente en manos del pueblo; requiere solidaridad y acción global.
En palabras de la oposición venezolana: “La libertad se construye con unidad, valentía y apoyo mutuo”.
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