El domingo 29 de diciembre de 2024, un accidente aéreo conmocionó a la nación surcoreana. El vuelo 7C2216 de la aerolínea Jeju Air, un Boeing 737-800, salió de Bangkok, Tailandia, rumbo a Muan, en el suroeste de Corea del Sur. Sin embargo, nunca llegó a su destino de manera segura. El avión, con 181 personas a bordo, se salió de la pista durante su aterrizaje y se estrelló contra un muro de contención. El impacto fue tan devastador que la aeronave estalló en llamas, dejando pocas esperanzas de encontrar sobrevivientes.
El balance de víctimas y la tragedia humana
Con el paso de las horas, la realidad del desastre se hizo más dolorosa. Se confirmaron 179 víctimas mortales, la mayoría de ellas surcoreanas, quienes regresaban a su país tras unas vacaciones en Tailandia. Entre las víctimas también había dos pasajeros tailandeses. El incidente se convirtió en el peor accidente aéreo en la historia reciente de Corea del Sur. La cifra de sobrevivientes se redujo a dos: una azafata y un miembro de la tripulación. Ambos fueron rescatados con vida, pero sus vidas quedaron marcadas para siempre por la tragedia.
Los detalles del impacto
El accidente ocurrió a las 09:03 (hora local) y fue precedido por una alerta de «mayday» emitida por el piloto. Según los informes, las autoridades señalaron que el avión sufrió una posible colisión con aves, lo que habría provocado el fallo en el tren de aterrizaje y, en consecuencia, el desastre. Las condiciones climáticas adversas podrían haber agravado la situación. A pesar de los esfuerzos de los equipos de rescate, las posibilidades de encontrar más supervivientes fueron extremadamente bajas, y así se confirmaron tras horas de trabajo.
Los sobrevivientes del vuelo 7C2216
Uno de los sobrevivientes, un hombre de 33 años, fue trasladado al Hospital de la Universidad Ewha en Seúl. El paciente, que se encontraba en estado crítico, fue diagnosticado con múltiples fracturas y se encuentra bajo estricta supervisión médica debido a las posibles secuelas. Los médicos han advertido que podría enfrentar una parálisis total en el futuro.
La otra sobreviviente es una joven azafata de 25 años, quien, aunque herida en la cabeza y el tobillo, logró sobrevivir al accidente. Su estado es estable, pero su recuperación está siendo monitoreada de cerca.
El dolor de las familias y la búsqueda de respuestas
A medida que las autoridades confirmaban la magnitud del desastre, las familias de las víctimas se reunieron en el aeropuerto de Muan, esperando desesperadamente noticias sobre sus seres queridos. Uno de los testimonios más desgarradores fue el de una mujer que, al enterarse de que su hermana estaba en el vuelo, expresó: «Mi hermana estaba en ese avión. Ha pasado tantas penurias y se fue de viaje porque su situación apenas empezaba a mejorar». Las lágrimas de los familiares reflejaban el dolor de perder a un ser querido de manera tan inesperada.
La investigación del accidente
Aunque las autoridades ya han sugerido que la causa del accidente podría estar relacionada con una colisión con aves y condiciones meteorológicas adversas, la investigación sigue en curso. Los expertos están trabajando para determinar todos los factores que contribuyeron a este trágico siniestro. Es probable que los resultados de la investigación sean divulgados en las próximas semanas, pero por ahora, las autoridades se centran en brindar apoyo a las víctimas y sus familias.
Impacto en la industria aérea surcoreana
Este accidente ha dejado una profunda huella en la aviación surcoreana y, en general, en la industria aérea mundial. Aunque Jeju Air es una de las aerolíneas más grandes de Corea del Sur, el desastre ha provocado una ola de incertidumbre y dolor en el país. Las autoridades y las aerolíneas están revisando sus protocolos de seguridad y monitoreando de cerca todas las medidas preventivas para evitar que un accidente de esta magnitud se repita en el futuro.
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