El pleno de la Corte Suprema de Chile tomó una decisión histórica este miércoles: la remoción de la jueza Verónica Sabaj de la Corte de Apelaciones de Santiago, luego de confirmarse su vinculación con el abogado Luis Hermosilla en el denominado “Caso Audios”, un escándalo de corrupción y tráfico de influencias que ha conmocionado al país.
María Soledad Melo, vocera del tribunal, destacó que Sabaj incurrió en conductas que comprometieron los principios de independencia, imparcialidad, probidad, integridad y transparencia, valores esenciales para la magistratura chilena.
El “Caso Audios” y los nexos con Luis Hermosilla
La investigación surgió tras filtrarse conversaciones entre Sabaj y Hermosilla, donde se evidenciaban favores mutuos, incluyendo gestiones para asegurar su nombramiento en la Corte de Apelaciones.
Hermosilla, reconocido penalista con más de 40 años de trayectoria, enfrenta actualmente cargos por lavado de activos, ilícitos tributarios y soborno, mientras cumple arresto domiciliario tras más de 200 días en prisión preventiva.
El caso ha tenido repercusiones políticas, afectando especialmente a la derecha chilena, debido a los vínculos de Hermosilla con Andrés Chadwick, exministro del Interior y primo del expresidente Sebastián Piñera.
Suspensiones y controversias en la magistratura
El escándalo no se limita a Sabaj. A mediados de julio, la Corte de Apelaciones de Santiago también suspendió por cuatro meses al juez Antonio Ulloa, señalado por sus nexos con Hermosilla.
Ulloa argumentó que la investigación judicial vulneró su debido proceso y acusó filtraciones planificadas que dañaron su imagen. Además, criticó la negativa de la fiscal judicial a aceptar pruebas en su defensa, denunciando un marcado sesgo en el sumario.
Consecuencias para la confianza pública
El “Caso Audios” ha generado un debate nacional sobre la transparencia judicial y la necesidad de reforzar mecanismos que eviten conflictos de interés en la magistratura.
Expertos legales señalan que la remoción de Sabaj representa un precedente importante: la justicia chilena no tolera conductas que comprometan la integridad del sistema judicial y evidencia que el control disciplinario puede aplicarse incluso a altos cargos.
Hacia un sistema judicial más transparente
Tras estos acontecimientos, la ciudadanía y los medios esperan que la Corte Suprema adopte medidas que fortalezcan la rendición de cuentas y la ética judicial, asegurando que casos como este no se repitan.
El caso de Sabaj y Ulloa demuestra que incluso los magistrados de alto rango pueden ser sancionados por corrupción, tráfico de influencias y conflictos de interés, reforzando la importancia de la vigilancia y transparencia en el poder judicial.


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