La toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos marcó un cambio inmediato en las políticas migratorias, impactando a miles de migrantes que esperaban cruzar de forma legal. La aplicación CBP One, utilizada para agendar citas en los cruces fronterizos, dejó de funcionar justo mientras Trump pronunciaba su primer discurso oficial.
En el albergue Juventud 2000, ubicado en Tijuana, Baja California, decenas de familias seguían el evento presidencial en la televisión. Fue en ese momento cuando se dieron cuenta de que la aplicación mostraba un mensaje de error: «Citas canceladas, servicio no disponible».
Rosa, una migrante proveniente de Chiapas: «Hemos pasado hambre, frío y peligro para llegar hasta aquí. Ahora todo se ha detenido. ¿Qué vamos a hacer?»
El impacto humano de una decisión política
El anuncio de la cancelación de citas a través de CBP One dejó a miles de personas en un estado de incertidumbre. Familias provenientes de Venezuela, Honduras y México, que escapaban de la violencia y la pobreza, vieron cómo su única esperanza de ingresar legalmente a Estados Unidos desaparecía.
En Nogales, Sonora, otro grupo de migrantes fue informado de que sus citas también habían sido canceladas. Entre ellos se encontraba Carla, quien viajaba con su hijo de cinco años:
«Nos dijeron que la aplicación era la única manera segura de cruzar. Ahora estamos en la calle, sin saber qué hacer.»
¿Qué es CBP One y por qué es crucial?
CBP One es una aplicación lanzada por el gobierno de Estados Unidos para gestionar citas y trámites migratorios, diseñada para aliviar la presión en los cruces fronterizos. Sin embargo, con la llegada de Donald Trump y sus políticas más estrictas, la herramienta se ha convertido en un símbolo del cambio drástico en la postura migratoria estadounidense.
Miles de migrantes confiaron en este sistema, que ahora está inhabilitado. Su repentina suspensión no solo afecta la logística, sino que también genera una crisis humanitaria en las ciudades fronterizas de México.
Reacciones y respuesta del gobierno mexicano
En medio de la crisis, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, declaró que México buscará dialogar con el nuevo gobierno estadounidense para restablecer el sistema CBP One:
«Este esquema ayuda a evitar la saturación en la frontera y debe mantenerse en beneficio de ambas naciones.»
Mientras tanto, los albergues en ciudades como Tijuana y Nogales están desbordados. Las organizaciones humanitarias trabajan contrarreloj para ofrecer apoyo a los migrantes varados, pero los recursos son limitados.
¿Qué sigue para los migrantes?
El futuro de los migrantes afectados es incierto. Muchos temen ser deportados o verse obligados a intentar cruzar de manera irregular, enfrentándose a peligros aún mayores. Rosa y su familia, por ejemplo, consideran permanecer en Tijuana mientras esperan una posible solución:
«No queremos arriesgar la vida de nuestros hijos cruzando por el desierto. Pero tampoco podemos regresar a casa.»
La toma de posesión de Donald Trump y sus políticas migratorias han marcado un inicio lleno de tensiones. La suspensión de CBP One es solo el principio de lo que promete ser una nueva era de restricciones para quienes buscan una vida mejor en Estados Unidos.
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