El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a poner en la mira a Canadá con su intención de imponer nuevos aranceles que podrían marcar el inicio de la mayor guerra comercial entre ambos países en varias décadas. La ministra de Exteriores canadiense, Mélanie Joly, se ha reunido con varios líderes políticos en Washington para evitar que este conflicto económico estalle, alertando sobre los graves efectos tanto para Canadá como para los consumidores estadounidenses.
La amenaza de Trump y sus implicaciones para Canadá y EE. UU.
Durante una rueda de prensa, Joly explicó que los aranceles propuestos por Trump representarían un daño económico significativo para Canadá. Sin embargo, lo más sorprendente es el impacto que tendrían en los consumidores estadounidenses. «No quiero detallar las cifras, pero tenemos números que subrayan que sería devastador», afirmó la ministra, quien enfatizó que los aranceles no solo afectarían a la economía canadiense, sino que también desencadenarían un aumento de precios en productos que los estadounidenses consumen diariamente.
Los aranceles propuestos por Trump pondrían en riesgo un volumen importante de comercio entre ambos países. Canadá, uno de los socios comerciales más cercanos de los Estados Unidos, podría ver afectadas sus exportaciones clave como productos agrícolas, automóviles y recursos naturales. Esto, según Joly, no solo tendría repercusiones en el mercado canadiense, sino que también podría afectar el bolsillo de millones de estadounidenses que dependen de productos importados de su vecino del norte.
El impacto en la economía de ambos países: ¿Cómo afectarán los aranceles a los consumidores?
El impacto de los aranceles es un tema que Mélanie Joly ha intentado explicar a los líderes republicanos de Washington, como Lindsey Graham y Jim Risch. Durante las reuniones, la ministra canadiense les expuso los costos que estos aranceles tendrían para los consumidores estadounidenses, lo que sorprendió a muchos de ellos. A pesar de ser conscientes de la posible tensión en la relación bilateral, los políticos en Washington no entendían el alcance real de las tarifas y cómo afectarían el poder adquisitivo de los estadounidenses.
Esta situación ha puesto a Canadá en una posición complicada, pues debe preparar una estrategia de respuesta, al tiempo que enfrenta una administración estadounidense que atraviesa un proceso de transición política. Mientras Canadá trabaja de manera coordinada para mitigar los daños, los Estados Unidos parecen estar desorganizados en cuanto a su enfoque hacia los aranceles y sus consecuencias económicas. Esta falta de preparación podría hacer que el conflicto se intensifique rápidamente, afectando a ambos países de manera significativa.
El Consejo de Relaciones Canadá-EE. UU. y el enfoque de Trudeau
En un intento por anticiparse a las posibles dificultades que podrían surgir debido a las políticas de Trump, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, convocó a una reunión importante en Toronto. En este encuentro, se presentó el Consejo de Relaciones entre Canadá y Estados Unidos, un organismo creado para asesorar al primer ministro sobre los temas más relevantes de la relación bilateral. Este consejo, que incluye a 18 líderes empresariales, sindicales y políticos, tiene la misión de asegurar que Canadá esté preparada para cualquier desafío que represente la administración Trump.
En su intervención, Trudeau expresó que los aranceles propuestos no solo causarían daños a los canadienses, sino que también afectarían a millones de estadounidenses. Según el primer ministro, las tarifas podrían generar un daño económico global, afectando las relaciones comerciales en todo el continente y, posiblemente, en el resto del mundo. Con este escenario en mente, Canadá se prepara para negociar con firmeza, pero también con el objetivo de proteger sus intereses y los de su economía nacional.
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