En un giro sorprendente, Canadá, conocida por su postura de bienvenida hacia los refugiados, ha comenzado a endurecer su política migratoria. Las recientes declaraciones del gobierno de Justin Trudeau, sumadas a los cambios en las relaciones con Estados Unidos, han despertado preocupaciones sobre el futuro de los migrantes en la región.
El cambio en la postura de Canadá hacia los refugiados: De la bienvenida a las restricciones
En 2017, Canadá se destacó por su actitud inclusiva bajo el liderazgo de Justin Trudeau. Ante las políticas de expulsión de refugiados implementadas por Donald Trump, el primer ministro canadiense envió un mensaje claro a los solicitantes de asilo, diciendo: “A aquellos que huyen de la persecución, el terror, la guerra, los canadienses les darán la bienvenida sin importar su fe. La diversidad es nuestra fuerza.” Este discurso, en un contexto global de creciente hostilidad hacia los migrantes, fue celebrado por muchas organizaciones internacionales.
Sin embargo, siete años después, las declaraciones de Trudeau parecen haber cambiado drásticamente. En noviembre de 2024, el ministro de Inmigración, Marc Miller, cercano a Trudeau, sorprendió al declarar: “La realidad es que no todos son bienvenidos aquí”. Este giro ha provocado alarma entre los defensores de los derechos humanos, que temen las repercusiones de estas nuevas medidas.
¿Qué implica el endurecimiento de las políticas migratorias?
Desde el 2023, el gobierno de Trudeau comenzó a renegociar acuerdos clave con Estados Unidos, como el Acuerdo del Tercer País Seguro, que impide que los solicitantes de asilo puedan cruzar la frontera canadiense desde EE.UU. en los puntos de entrada oficiales. Esta reforma ha reducido significativamente las opciones para los migrantes, lo que ha generado un aumento en los cruces irregulares y peligrosos a través de caminos no oficiales.
Aparte de esta medida, el gobierno canadiense ha anunciado restricciones adicionales. Se estima que 1.2 millones de residentes temporales se verán forzados a abandonar Canadá en 2025, mientras que el número de inmigrantes en los próximos tres años se reducirá en un 27%. Las autoridades señalan que esta reducción busca equilibrar la carga migratoria y mejorar los servicios sociales internos, pero la implementación de estas políticas ha generado un panorama incierto para los refugiados.
La influencia de Donald Trump y la presión en Canadá
A lo largo de los años, el ex presidente estadounidense Donald Trump ha mantenido una postura agresiva respecto a la inmigración, particularmente hacia los migrantes provenientes de países musulmanes y latinoamericanos. Trump ha acusado a Canadá de ser una “puerta abierta” para los migrantes ilegales, lo que ha incrementado la presión sobre Trudeau para que adopte una postura más restrictiva.
Tom Homan, exjefe de la Oficina de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos, también ha contribuido a esta retórica, describiendo la frontera norte de EE.UU. como un «problema de seguridad nacional». Según Homan, migrantes provenientes de países señalados como patrocinadores del terrorismo han utilizado Canadá como trampolín para ingresar a Estados Unidos. Esta perspectiva ha colocado a Canadá en una posición incómoda, debatiéndose entre su tradición de acogida y las presiones internacionales.
Un futuro incierto para los migrantes: ¿Crisis humanitaria en puerta?
El endurecimiento de las políticas migratorias de Canadá ha generado preocupación por lo que podría convertirse en una crisis humanitaria. Organizaciones como el FCJ Refugee Centre advierten que las nuevas restricciones forzarán a los migrantes a recurrir a métodos más peligrosos para cruzar la frontera. En el pasado, hemos visto tragedias como la muerte de una familia india en 2022, que intentaba ingresar a Canadá de manera irregular y murió congelada durante el invierno.
Las nuevas políticas podrían empujar a más personas a tomar estos caminos de alto riesgo, incrementando las muertes y el sufrimiento. La fundadora de esta organización, Loly Rico, quien llegó a Canadá como refugiada salvadoreña, teme que estas medidas empujen a miles de personas hacia situaciones desesperadas. En sus palabras: “Los migrantes siempre buscarán caminos, a menudo más peligrosos, para escapar de la persecución, la pobreza y la violencia”.
El futuro político y las consecuencias para los migrantes
Con las elecciones federales de 2025 en Canadá a la vista, las políticas migratorias podrían seguir cambiando, dependiendo del partido que asuma el poder. En particular, el Partido Conservador, liderado por Pierre Poilievre, ha adoptado una postura firme contra la inmigración. En caso de que este partido gane, se espera que las restricciones sean aún más severas, lo que incrementaría la presión sobre los migrantes que buscan asilo en Canadá.
Los defensores de los derechos de los migrantes se enfrentan a un panorama incierto y preocupante. Mientras tanto, las organizaciones internacionales llaman a Canadá a retomar su compromiso con los derechos humanos y la acogida de quienes huyen de la guerra, la violencia y la persecución.
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