Hoy Bolivia se encuentra frente a un momento histórico. La segunda vuelta presidencial enfrenta a Rodrigo Paz, centrista del Partido Demócrata Cristiano, y a Jorge Quiroga, derechista de la alianza Libre. Tras casi 20 años de gobiernos del MAS, el país busca un nuevo rumbo que modifique la economía estatista y aborde una inflación acumulada del 18.3 %, la más alta en cuatro décadas.
Quiroga y la propuesta de liberalización económica
Jorge Quiroga, de 65 años, plantea una transformación radical del país: privatización de empresas estatales, reducción de ministerios y eliminación de subsidios. Además, propone negociar un préstamo de 12 mil millones de dólares con el FMI para estabilizar las reservas y modernizar la economía. Con una formación internacional y experiencia en organismos globales, busca proyectar a Bolivia hacia la liberalización y apertura al comercio internacional.
Rodrigo Paz y el enfoque liberal moderado
Rodrigo Paz, de 58 años, proviene de una familia política con décadas de influencia. Su propuesta se centra en el crecimiento con equidad, inversión privada y formalización laboral bajo el lema “capitalismo para todos”. Rechaza acudir al FMI y apuesta por descentralización productiva, digitalización del Estado y reformas judiciales. Su discurso busca mantener estabilidad mientras impulsa la innovación y la eficiencia gubernamental.
La herencia del MAS y el rol de Evo Morales
La administración del MAS, con Luis Arce al frente, deja un país con inflación elevada y desafíos estructurales en la economía. Ambos candidatos deben responder cómo lidiarán con la herencia política de Evo Morales, cuya situación legal y política sigue generando tensión. Quiroga adopta una postura más confrontativa, mientras Paz se mantiene prudente respecto a Morales, centrando su estrategia en la modernización institucional.
El electorado indeciso y la clave de la victoria
El 20 % del electorado aún está indeciso, un factor crucial en esta segunda vuelta. Las encuestas muestran a Quiroga con ventaja, pero Paz ha demostrado capacidad para remontar desde posiciones iniciales más bajas. La campaña se centra en convencer a estos votantes, quienes definirán si Bolivia opta por un giro radical hacia la liberalización o un enfoque moderado con estabilidad social y económica.
Implicaciones para el futuro político y económico
El resultado de hoy no solo determina quién liderará Bolivia, sino también el modelo económico y político que adoptará. La segunda vuelta definirá la relación del país con organismos internacionales, la política de subsidios y el rumbo de la inversión privada. Además, marcará cómo se gestionará la herencia del MAS y la inclusión de sectores sociales en la toma de decisiones futuras.


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