A lo largo de la historia, las sociedades han enfrentado la aparición de líderes autoritarios cuyas personalidades disruptivas moldean el destino de las naciones. En 2025, con el regreso de figuras como Donald Trump y la permanencia de personajes como Nicolás Maduro, es urgente reflexionar sobre los efectos del narcisismo maligno en la política global.
¿Qué es el narcisismo maligno y cómo afecta a los líderes?
El concepto de “narcisismo maligno” fue estudiado por el psicoanalista Erich Fromm, quien lo identificó como un trastorno de la personalidad que combina narcisismo extremo, falta de empatía, paranoia y una tendencia a la agresión. Según Fromm, este perfil es común en líderes que rechazan las reglas, aplastan opositores y colocan sus intereses personales por encima del bien común.
Ejemplos históricos:
- Adolf Hitler: Su ambición y desprecio por las normas culminaron en una de las mayores tragedias humanas del siglo XX.
- Dictadores contemporáneos: Líderes como Nicolás Maduro y Nayib Bukele, aunque en polos políticos opuestos, han demostrado rasgos similares al minimizar derechos humanos y contrapesos democráticos.
Los berrinches de los populistas modernos
En la política actual, el berrinche se ha convertido en una herramienta de poder. Desde el regreso de Donald Trump, cuyo estilo confrontativo y estridente redefine las reglas de la diplomacia global, hasta mandatarios que intentan perpetuarse en el poder, el patrón es claro:
- Desafío constante a las instituciones democráticas.
- Descalificación de opositores y medios críticos.
- Concentración del poder y ataques a contrapesos.
La ciudadanía como contrapeso: Una esperanza para 2025
La buena noticia es que las democracias no están completamente indefensas. En los últimos años, hemos visto el resurgir de movimientos ciudadanos que buscan frenar las ambiciones autoritarias y defender los valores democráticos.
Acciones clave para una ciudadanía alerta:
- Participación activa: Desde elecciones hasta foros públicos, el involucramiento ciudadano es vital.
- Educación en derechos humanos: Conocer los valores democráticos y exigir su cumplimiento es un antídoto contra los excesos del poder.
- Alianzas sociales: Las coaliciones entre diferentes sectores son clave para enfrentar amenazas autoritarias.
Lecciones del pasado y desafíos del presente
El siglo XX nos dejó ejemplos claros de cómo el autoritarismo, cuando no se enfrenta a tiempo, puede derivar en tragedias humanas y retrocesos sociales. En este 2025, el reto es prevenir que los berrinches de los líderes populistas sigan erosionando la confianza en las instituciones y polarizando nuestras sociedades.
Reflexión final:
Este nuevo año requiere una ciudadanía comprometida, dispuesta a defender los logros democráticos. Los berrinchudos no pueden ni deben gobernar al mundo, y está en nuestras manos impedirlo.
¡Únete a nuestro canal de Telegram! Las noticias más relevantes del día directamente en tu dispositivo móvil.
TE PODRÍA INTERESAR