La guerra en Ucrania no solo afecta a la población civil; también amenaza con desencadenar un desastre nuclear sin precedentes. Según expertos en derechos humanos de la ONU, los ataques rusos contra la red eléctrica ucraniana han puesto en grave peligro la seguridad de las centrales nucleares del país, comparando el posible impacto con las tragedias de Fukushima y Chernóbil.
Los ataques rusos han afectado significativamente las infraestructuras eléctricas de Ucrania. Durante las últimas semanas, misiles rusos han destruido subestaciones vitales para el funcionamiento de las centrales nucleares, dejando al país sin dos tercios de su capacidad energética. Este tipo de ofensivas no solo aumenta los apagones, sino que pone en peligro sistemas críticos que garantizan la seguridad de los reactores nucleares.
Impacto en la población y las centrales nucleares
Afectaciones civiles
La ONU reporta que estos ataques han causado graves daños a la población civil:
- Apagones generalizados: Ciudades enteras en penumbras, afectando hospitales, escuelas y hogares.
- Condiciones extremas: Millones de personas sin calefacción ni electricidad en pleno invierno.
Riesgo para los reactores nucleares
El daño a la red eléctrica eleva el riesgo de que las centrales nucleares pierdan conexión con sus sistemas de seguridad. Según Marcos Orellana, relator de la ONU sobre sustancias tóxicas, esto podría desencadenar un desastre mayor al de Fukushima o incluso al de Chernóbil, eventos que marcaron la historia de la energía nuclear.
Denuncias de violaciones de derechos humanos
La situación en centrales como Zaporiyia es alarmante. Trabajadores han reportado:
- Intimidación y tortura: Por parte de fuerzas rusas.
- Desapariciones forzadas: Personal clave en el funcionamiento de las plantas ha sido detenido arbitrariamente.
Posibles soluciones: un llamado urgente
Expertos de la ONU han pedido a Rusia detener de inmediato los ataques contra infraestructuras críticas y permitir inspecciones del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Sin embargo, aunque se han planteado ampliar las misiones del OIEA en Ucrania, estas no se han implementado aún, agravando la incertidumbre sobre la seguridad nuclear en la región.
Conclusión: un futuro incierto
La situación en Ucrania es una prueba de cómo los conflictos armados pueden escalar hacia amenazas globales. Las acciones de Rusia no solo afectan a un país en guerra; representan un peligro potencial para todo el mundo. La comunidad internacional debe redoblar esfuerzos para prevenir una catástrofe que podría superar los desastres nucleares más trágicos de la historia.
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