En los últimos días, la posibilidad de que el asteroide 2024 YR4 impacte la Tierra ha sido motivo de debate. Inicialmente, la ESA estimó una probabilidad de colisión del 2,8 % para 2032, mientras que la NASA elevó la cifra al 3,1 %, las más altas registradas para un objeto de más de 30 metros.
Sin embargo, conforme se han recopilado más datos, las probabilidades han descendido significativamente, llegando al 0,16 % según la ESA y al 0,27 % según la NASA. Aunque el riesgo parece haber disminuido, este episodio ha servido como un recordatorio sobre la importancia de la vigilancia astronómica y la preparación global ante impactos potenciales.
¿Cómo se detectó el asteroide 2024 YR4?
El 27 de diciembre de 2024, un observatorio en Chile detectó el asteroide 2024 YR4 mientras realizaba un sondeo rutinario de objetos cercanos a la Tierra. Al principio, parecía ser uno más de los muchos cuerpos que pasan cerca de nuestro planeta sin consecuencias.
No fue hasta finales de enero de 2025 cuando los cálculos orbitales indicaron que existía una posibilidad de impacto el 22 de diciembre de 2032. Aunque el porcentaje era bajo, era lo suficientemente relevante como para ser monitoreado de cerca.
SIMULACIÓN DEL IMPACTO DEL ASTEROIDE 2024 YR4
— 𝗕𝗔𝗡𝗗𝗔𝗟𝗢𝗦 (@BandalosSC) February 11, 2025
El #asteroide 2024 YR4, que se acercará peligrosamente a la Tierra el 22 de diciembre de 2032, según la NASA, tiene en su trayectoria a países como #Colombia (#Bogotá), Venezuela, Ecuador, Nigeria, Camerún, Congo, Omán, Pakistán,… pic.twitter.com/CPlCsvI9Vw
¿Qué pasaría si el asteroide 2024 YR4 impactara la Tierra?
Los cálculos actuales sugieren que el tamaño de 2024 YR4 oscila entre 43 y 96 metros, similar al del asteroide que causó el evento de Tunguska en 1908, el cual arrasó 2,000 km² de bosque en Siberia.
Dado que el 71 % del planeta está cubierto por océanos, la mayor probabilidad es que un impacto ocurra en alta mar. Sin embargo, si se dirigiera hacia una zona habitada, podrían ser necesarias evacuaciones masivas para mitigar daños.
En el peor de los casos, el impacto de un objeto de este tamaño podría liberar una energía similar a la de una explosión nuclear de gran magnitud, pero sin los efectos radiactivos.
¿Estamos preparados para desviar un asteroide?
La NASA ya ha probado con éxito la tecnología de desviación de asteroides con la misión DART, que en 2022 logró alterar la trayectoria de Dimorphos, un pequeño satélite natural del asteroide Didymos.
Si en el futuro un asteroide representara una amenaza real, se podrían realizar misiones similares para modificar su trayectoria. Sin embargo, estos proyectos requieren planificación y grandes inversiones, por lo que solo se ejecutarían si el riesgo es significativo.
¿Hay motivo de preocupación?
Por el momento, el asteroide 2024 YR4 no representa un peligro inminente. La probabilidad de impacto ha disminuido drásticamente y es probable que siga reduciéndose con más observaciones.
No obstante, su descubrimiento nos recuerda la necesidad de continuar con el monitoreo de objetos cercanos a la Tierra y fortalecer los planes de respuesta ante una amenaza cósmica real.
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