El sector tecnológico asiático se posiciona como un motor de innovación global, con avances significativos en inteligencia artificial y una notable capacidad de adaptación en la industria de semiconductores. Recientemente, se han observado desarrollos clave en China que demuestran su resiliencia frente a las presiones comerciales, mientras Corea del Sur navega los desafíos de los aranceles estadounidenses.
El sector tecnológico de China está demostrando una notable resiliencia e innovación en respuesta a las presiones comerciales globales, particularmente los aranceles de EE. UU. y las restricciones a la exportación de semiconductores avanzados. Las empresas tecnológicas chinas están invirtiendo estratégicamente en infraestructura de IA y tecnologías emergentes para competir con sus contrapartes occidentales.
Los avances en Inteligencia Artificial son prominentes:
- DeepSeek, una startup con sede en Hangzhou, ha surgido como un líder global en IA, demostrando que la IA de clase mundial puede desarrollarse utilizando arquitecturas rentables.
- El segmento Cloud Intelligence de Alibaba reportó un crecimiento de ingresos del 18%, con productos relacionados con la IA manteniendo un crecimiento de tres dígitos durante siete trimestres consecutivos.
- Tencent está integrando rápidamente la IA, con Yuanbao ahora como un contacto de Weixin y la búsqueda impulsada por modelos de lenguaje grandes (LLM) impulsando la participación del usuario, posicionando a Tencent a la vanguardia en la transformación de la IA.
Huawei Technologies, por su parte, está experimentando un notable resurgimiento. La próxima serie de teléfonos inteligentes Pura 80, cuyo lanzamiento está previsto para el 11 de junio, contará con el avanzado sistema operativo HarmonyOS Next, que funciona independientemente de la plataforma Android de Google. Esto marca un hito significativo en la soberanía de software de China. Además, los chipsets Kirin de Huawei están demostrando un rendimiento competitivo frente a los estándares internacionales; por ejemplo, el chip Kirin 9020 de Huawei ofrece un 14% más de ancho de banda de memoria en comparación con el procesador A18 de Apple.
La industria de semiconductores de China ha logrado dominar estratégicamente las tecnologías de empaquetado avanzado, capturando más del 25% de la cuota de mercado global y más del 50% en segmentos de empaquetado avanzado. Tecnologías como el apilamiento 2.5D y 3D permiten capacidades de chip mejoradas a costos relativamente bajos, mostrando la capacidad de China para lograr un rendimiento superior a través de enfoques tecnológicos alternativos. Taiwan Semiconductor (TSM) sigue liderando el mercado global de fundición de chips y se beneficia enormemente de la revolución de la IA, siendo un socio clave para la fabricación de chips avanzados para empresas como NVIDIA.
«La capacidad de China para innovar bajo presión subraya una estrategia de autosuficiencia tecnológica que redefine la competencia global.»
La capacidad de China para impulsar la innovación interna, especialmente en IA y semiconductores, a pesar de las restricciones externas, es un factor determinante en la configuración del panorama tecnológico global. Esta situación no solo demuestra la resiliencia de su sector tecnológico, sino que también sugiere una reconfiguración de las cadenas de suministro y de la dependencia tecnológica a nivel mundial. La inversión en innovación autóctona, impulsada por la necesidad de superar las barreras comerciales, está creando un ecosistema tecnológico más diversificado y competitivo.
En Corea del Sur, el presidente Lee Jae-myung enfrenta desafíos cruciales, particularmente en lo que respecta a la economía y las relaciones exteriores. Las políticas arancelarias del presidente de EE. UU., Donald Trump, representan una amenaza para las exportaciones surcoreanas, especialmente en sectores clave como el automotriz y los semiconductores, que constituyen una parte importante de las exportaciones del país. Aunque un tribunal federal de EE. UU. dictaminó recientemente que Trump carece de autoridad para imponer sus aranceles planificados, la Casa Blanca ha apelado, dejando el resultado incierto. La situación económica de Corea del Sur se ve afectada por una inversión empresarial lenta, un gasto de consumo débil y un mercado laboral en deterioro, factores que se ven agravados por las políticas de «América Primero» de EE. UU.


TE PODRÍA INTERESAR