Decenas de miles de personas se manifiestan en Berlín contra el partido de extrema derecha AfD. La protesta busca crear un «cortafuegos» contra el extremismo.
Decenas de miles de personas han salido a las calles de Berlín y otras ciudades alemanas en una masiva demostración de fuerza contra el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), en un momento de creciente preocupación por su auge en las encuestas.
En una de las mayores movilizaciones políticas de los últimos tiempos en Alemania, decenas de miles de ciudadanos tomaron las calles de Berlín este fin de semana para protestar contra el extremismo y el auge del partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD). Bajo lemas como «Somos el cortafuegos» y «La dignidad del ser humano es inviolable», los manifestantes enviaron un contundente mensaje a la clase política y a la sociedad en vísperas de importantes citas electorales.
Según estimaciones de la policía, hasta 160,000 personas se congregaron solo en Berlín, en una marcha que culminó frente a la icónica Puerta de Brandenburgo, símbolo de la reunificación y la democracia alemana.
El detonante: el «levantamiento de los decentes»
Las protestas, que se han replicado en diversas ciudades de todo el país, fueron convocadas por una amplia alianza de organizaciones de la sociedad civil, sindicatos y grupos políticos bajo el lema «Levantamiento de los decentes». El catalizador de esta ola de movilizaciones fue la revelación de una reunión secreta en Potsdam donde miembros de la AfD, neonazis y empresarios discutieron un «plan maestro» para la deportación masiva de millones de personas de origen extranjero, incluidos ciudadanos alemanes.
Esta revelación provocó una conmoción nacional, evocando los capítulos más oscuros de la historia alemana y movilizando a un sector de la población que hasta ahora se había mantenido en silencio. «Fuimos demasiado ingenuos», declaró Eva-Maria Singer, una manifestante de 73 años. «Mi generación, que salió a la calle contra la vieja camarilla nazi, pensábamos que la habíamos erradicado, pero no es cierto, vuelve a crecer».
Un mensaje a todo el espectro político
Aunque el objetivo principal de las protestas es la AfD, los manifestantes también dirigieron sus críticas hacia el bloque conservador de la Unión Cristianodemócrata (CDU). La polémica surgió después de que el líder de la CDU, Friedrich Merz, abriera la puerta a una posible colaboración con la AfD a nivel local, rompiendo el «Brandmauer» o «cortafuegos», un consenso no escrito en la política alemana para aislar a la extrema derecha.
Los manifestantes exigen a todos los partidos democráticos que mantengan un cordón sanitario estricto y no normalicen a la AfD, que actualmente se sitúa como la segunda fuerza en las encuestas a nivel nacional, con una intención de voto superior al 20%.
«Que seas viejo no significa que tengas que quedarte callado. Tuve la suerte de vivir en paz y democracia durante 58 años y eso es lo que quiero preservar para mis tres nietos.» – Gabi Heller, del movimiento «Abuelas contra la Derecha».
Un movimiento diverso: de «abuelas» a jóvenes
Uno de los aspectos más destacados de las manifestaciones ha sido la diversidad de los participantes. Un grupo que ha ganado especial visibilidad es el de las «Omas gegen Rechts» (Abuelas contra la Derecha), mujeres de edad avanzada que, motivadas por sus experiencias de posguerra y la memoria del Holocausto, se han convertido en una de las voces más activas contra el extremismo.
Junto a ellas, miles de jóvenes, familias y ciudadanos de todas las edades y procedencias se han unido para defender los valores democráticos. Las pancartas reflejaban esta diversidad de mensajes: «El fascismo no es una alternativa», «Nunca más es ahora» y «AfD es una pesadilla para Alemania».
A pesar de que las protestas continúan, las encuestas muestran que la AfD mantiene un sólido apoyo, especialmente en el este del país, capitalizando el descontento con la inmigración y la economía. El futuro político de Alemania parece encaminarse hacia una mayor polarización, con una sociedad civil movilizada que se erige como el último «cortafuegos» contra el avance de la extrema derecha.
TE PODRÍA INTERESAR