Violencia vicaria: una forma cruel de agresión hacia las mujeres
En los últimos años, la violencia vicaria se ha posicionado como una de las formas más desgarradoras de agresión contra las mujeres. A diferencia de otras violencias, esta incluye a las hijas e hijos como herramientas para infligir daño emocional, psicológico y físico.
Para entender mejor este concepto y su impacto, es importante conocer cómo se manifiesta, cómo se reconoce legalmente y en qué estados de México se penaliza.
¿Qué es la violencia vicaria?
La violencia vicaria ocurre cuando una persona, generalmente la pareja o expareja de una mujer, utiliza a sus hijas e hijos para lastimarla emocional o psicológicamente. Este tipo de violencia busca causar sufrimiento extremo a las madres, dañando el vínculo materno-filial, y puede incluir:
- Manipulación de los hijos: Hablar mal de la madre frente a ellos o utilizarlos para obtener información personal de la mujer.
- Amenazas y coacción: Amenazar con quitarle la custodia de los niños o hacerles daño.
- Sustracción y ocultamiento: Retener o esconder a los menores para ejercer control sobre la madre.
- Procesos judiciales falsos: Interponer demandas para limitar la convivencia de la madre con sus hijos.
Según el Frente Nacional contra la Violencia Vicaria, estas acciones buscan dominar, someter y perpetuar el control sobre las mujeres, con graves consecuencias emocionales y legales.
¿Cómo identificar la violencia vicaria?
Existen señales claras que permiten identificar este tipo de agresión:
- Descalificación constante: El agresor desacredita a la madre frente a los hijos y fomenta su rechazo hacia ella.
- Negligencia en el cuidado infantil: No se encarga de las necesidades básicas de los menores y complica la vida de la madre a través de ellos.
- Manipulación emocional: Utiliza a los hijos según sus intereses personales y los pone en contra de la madre.
- Amenazas constantes: Intenta generar miedo con la posibilidad de causar daño físico o emocional a los hijos.
¿Cómo se sanciona la violencia vicaria en México?
La violencia vicaria está reconocida en la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en 29 estados de México. Sin embargo, solo está tipificada como delito en los siguientes 22 estados:
- Aguascalientes
- Baja California y Baja California Sur
- Campeche
- Coahuila
- Ciudad de México
- Chiapas
- Guerrero
- Hidalgo
- Jalisco
- Michoacán
- Morelos
- Nayarit
- Oaxaca
- Puebla
- Quintana Roo
- Sinaloa
- Sonora
- Tamaulipas
- Tlaxcala
- Yucatán
- Zacatecas
En estas entidades, las sanciones varían desde multas económicas hasta penas de cárcel para los agresores.
La lucha por tipificar la violencia vicaria en todo el país
El combate a la violencia vicaria ha sido una de las principales demandas de la agenda feminista. En 2023, la Cámara de Diputados aprobó un dictamen para fortalecer la legislación en todo el país.
A pesar de estos avances, organizaciones y activistas insisten en la necesidad de tipificarla en todos los estados y garantizar su adecuada aplicación judicial.
¿Cómo ayudar a las víctimas?
Si conoces a alguien que podría estar sufriendo violencia vicaria, es fundamental:
- Denunciar el caso: Acudir a las autoridades competentes para recibir apoyo.
- Buscar ayuda legal y psicológica: Muchas organizaciones ofrecen orientación gratuita.
- Mantener un registro: Documentar las acciones del agresor puede ser clave en los procesos legales.
La violencia vicaria no solo afecta a las madres, sino también a sus hijas e hijos, quienes crecen bajo un ambiente de manipulación y miedo. Es vital que como sociedad sigamos visibilizando este problema, exigiendo leyes más estrictas y apoyando a las víctimas en su búsqueda de justicia.
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