El pasado 9 de noviembre, Querétaro, uno de los estados tradicionalmente más seguros del país, fue sacudido por un ataque armado en el bar «Los Cantaritos», que dejó un saldo de 10 muertos y 13 heridos. Esta tragedia expone un nivel de violencia que hasta hace poco se consideraba ajeno a la entidad.
El objetivo del ataque, de acuerdo con las autoridades, fue asesinar a dos presuntos operadores del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG): Fernando González Núñez, alias “La Flaca”, y Jesús Arteaga Montenegro, conocido como “El Chuyón”. Ambos murieron en el lugar, y su presencia desató una serie de investigaciones que vinculan el caso con el crimen organizado y figuras políticas de la región.
Un atentado planeado: Las figuras detrás del CJNG en Querétaro
Según las investigaciones iniciales, el ataque en «Los Cantaritos» no fue un incidente fortuito, sino un acto planeado para ejecutar a “La Flaca” y “El Chuyón”, identificados como operadores del CJNG. Estos personajes habían ganado notoriedad en redes sociales al presumir un estilo de vida lujoso, con autos de alta gama, armas y eventos ostentosos. Su muerte deja un rastro de preguntas sobre la expansión del CJNG en Querétaro, un estado que hasta hace poco se percibía como un “oasis de paz”.
Vínculos con el PRI en Querétaro: Una conexión polémica
Horas después del ataque, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Querétaro publicó una esquela en redes sociales ofreciendo condolencias a la familia de Jesús Alberto Arteaga Montenegro, alias “El Chuyón”. El mensaje, sin embargo, desató una controversia al descubrirse que Arteaga Montenegro, presunto operador del CJNG, era sobrino de Joaquín y Jorge Mario Montenegro, dos miembros activos del PRI en Querétaro.
La presidenta del PRI en el estado, Abigail Arredondo Ramos, también emitió un mensaje personal de condolencias, el cual posteriormente fue eliminado.
La postura del PRI y el debate de la inseguridad en Querétaro
Abigail Arredondo Ramos, presidenta del PRI en Querétaro, intentó aclarar la situación tras la controversia en redes sociales. Señaló que las condolencias eran hacia las familias de todas las víctimas del ataque y pidió cautela mientras las autoridades investigan los hechos. Sin embargo, el incidente reveló la vulnerabilidad del estado frente a la violencia y la relación cercana entre algunos sectores políticos y figuras sospechosas de crimen organizado.
La presidenta del PRI expresó también su preocupación por la creciente inseguridad en Querétaro y enfatizó la necesidad de tomar medidas para que esta situación no se repita.
Crimen organizado en Querétaro: CJNG vs. Cártel de Santa Rosa de Lima
El Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, confirmó que la masacre fue un episodio de la confrontación entre el CJNG y el Cártel de Santa Rosa de Lima, que se disputan la región del Bajío.
En conferencia de prensa, Harfuch informó que tres individuos llegaron en una camioneta, pidieron a un valet la ubicación de “La Flaca” y luego dispararon directamente contra una mesa. Este fue el tercer ataque de este tipo en menos de una semana en la región.
La escalada de violencia y los repetidos ataques evidencian que Querétaro ya no es una “zona segura” y que las fuerzas criminales se han afianzado en el estado, aprovechando la relativa falta de preparación en las fuerzas de seguridad local.
La respuesta del gobierno de Querétaro ante la tragedia
El gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, se reunió este martes con el gabinete federal en la Ciudad de México para abordar la situación de seguridad en el estado. Kuri, quien ha defendido la seguridad de Querétaro como uno de sus logros, enfrenta ahora un reto mayúsculo para contener la creciente amenaza del crimen organizado en su entidad. Durante su reunión en la capital, se discutieron posibles estrategias de seguridad, como el despliegue de fuerzas federales adicionales y una colaboración más estrecha entre los tres niveles de gobierno para mejorar la inteligencia y reacción ante eventos de alto impacto.
Un estado en una encrucijada de seguridad
La tragedia en Querétaro abre una nueva etapa en la percepción de seguridad en este estado. Los nexos con el crimen organizado y la falta de preparación de las fuerzas de seguridad local colocan a la entidad ante un reto que requerirá soluciones rápidas y efectivas.
El caso también resalta la creciente necesidad de que Querétaro, al igual que otras entidades, refuerce sus medidas preventivas, fortalezca su sistema judicial y actúe con transparencia y responsabilidad.
El caso de «Los Cantaritos» podría marcar un punto de inflexión en Querétaro, que ahora se enfrenta al desafío de restaurar la confianza de sus habitantes en la capacidad del estado para garantizar su seguridad.
En un contexto donde la criminalidad y la violencia se extienden cada vez más hacia zonas antes consideradas pacíficas, la coordinación entre las autoridades y la firmeza en sus decisiones serán clave para que Querétaro no sucumba ante el poder del crimen organizado.
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