Cada año, miles de trabajadores marchan por las calles de la Ciudad de México con pancartas, consignas y esperanza. El 1 de mayo, Día Internacional del Trabajo, es una jornada para exigir derechos laborales y conmemorar las luchas históricas de los obreros. Sin embargo, en 2025, la marcha pacífica fue eclipsada por un grupo que sembró el miedo y el desorden.
Mientras los contingentes avanzaban rumbo al Zócalo capitalino, entre cánticos por mejores salarios, justicia laboral y seguridad social, un grupo de entre 20 y 25 personas encapuchadas —identificados como parte del llamado «bloque negro»— comenzó a ejecutar acciones violentas que alteraron el tono de la manifestación.
Encapuchados y destrozos: el rostro de la violencia en la marcha
Fue en la Avenida 5 de Mayo, una de las más transitadas del Centro Histórico, donde comenzaron los actos vandálicos. Testigos reportaron que los encapuchados llevaban mochilas cargadas con cadenas, botellas, pintura en aerosol e incluso manoplas de acero. Algunos sacaron sillas de locales para arrojarlas como proyectiles.
“Todo iba bien, estábamos marchando en paz”, contó Mariana López, trabajadora sindicalizada. “De pronto, vimos cómo rompían los vidrios de un restaurante y comenzaron a lanzar piedras. Tuvimos que correr”.
Reacción policial y tensión creciente
Los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) actuaron de inmediato. Flanquearon los comercios, utilizaron extintores para dispersar a los agresores y decomisaron mochilas con artículos peligrosos. La escena se tornó aún más tensa cuando los embozados respondieron con más agresiones: se escucharon petardos y hubo empujones entre manifestantes y policías.
Los comerciantes del Centro Histórico, alarmados, bajaron las cortinas de sus negocios. En cuestión de minutos, la imagen de una manifestación cívica y ordenada se desmoronó ante la violencia de una minoría radical.
¿Quiénes son los del «bloque negro»?
Este grupo, conocido en varias partes del mundo por sus tácticas disruptivas, suele infiltrarse en marchas para sabotearlas, dejando a su paso pintas, destrozos y enfrentamientos. En CDMX, su presencia no es nueva, pero su actuación durante esta marcha del Día del Trabajo fue especialmente agresiva.
El contraste: la otra marcha, la pacífica
A pesar de los disturbios, miles de trabajadores continuaron con su avance hacia el Zócalo, donde se realizaron mítines, discursos y actos simbólicos. La marcha tenía como ejes centrales la defensa de los derechos laborales, la mejora de las condiciones de trabajo y la protección del empleo frente a los desafíos económicos globales.
“El 1 de mayo no debe ser manchado por la violencia”, dijo uno de los organizadores al llegar a la Plaza de la Constitución. “Los trabajadores venimos a exigir, pero con dignidad y respeto”.
Reflexiones sobre el Día del Trabajo 2025
La jornada dejó una lección clara: las causas justas pueden verse opacadas por la violencia. Mientras las autoridades continúan investigando a los responsables de los actos vandálicos, la ciudadanía exige que las movilizaciones puedan realizarse sin temor.
El Día del Trabajo debe ser un día de unidad, no de fractura.
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