En días recientes, la presidenta Claudia Sheinbaum presentó el Plan Nacional Hídrico 2024-2030, un proyecto que busca transformar la gestión del agua en México con una inversión histórica de 100 mil millones de pesos. Con metas claras, como garantizar el acceso al agua, proteger los ecosistemas y enfrentar los retos del cambio climático, el plan suena como una solución a largo plazo para una de las crisis más apremiantes del país. Pero ¿qué tan viable es esta propuesta frente al presupuesto asignado?
Promesas del plan y la realidad del presupuesto 2025
Aunque la propuesta establece una hoja de ruta ambiciosa, una revisión al Presupuesto de Egresos de la Federación 2025 revela que los números no cuadran. Mientras que la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) recibiría apenas 37 mil millones de pesos, esta cifra está lejos de lo prometido y por debajo de los 65 mil millones asignados en 2024.
Además, expertos del Banco Mundial han señalado que para revertir el rezago en infraestructura hídrica, México necesita invertir 85 mil millones de pesos anuales durante una década. Sin un presupuesto que respalde las metas del plan, el impacto real podría quedarse corto.
La exclusión del Río Sonora y su implicación nacional
Uno de los puntos más polémicos del Plan Nacional Hídrico es la ausencia del Río Sonora en las acciones prioritarias. Esta región enfrenta una crisis hídrica que afecta directamente la salud y el bienestar de miles de personas, pero no fue incluida en los proyectos estratégicos. Esta omisión subraya la falta de una visión integral que considere las problemáticas más urgentes del país.
Tecnificación del riego: un arma de doble filo
El plan también apuesta por la tecnificación del riego, una estrategia clave para optimizar el uso del agua en el sector agrícola, que consume casi el 70% del recurso a nivel nacional. Sin embargo, esta medida debe implementarse con precaución, considerando sus posibles impactos sociales y ambientales, especialmente en comunidades rurales con recursos limitados.
Los retos para un plan hídrico sostenible
El éxito del Plan Nacional Hídrico dependerá de acciones concretas y asignaciones presupuestarias claras. Algunas prioridades deberían incluir:
- Fortalecer la CONAGUA: Asegurar recursos suficientes y transparentes.
- Incluir regiones olvidadas: Como el Río Sonora, para atender crisis urgentes.
- Promover la participación ciudadana: Involucrar a las comunidades en decisiones clave.
- Monitoreo constante: Crear mecanismos de evaluación y seguimiento.
Esfuerzo conjunto para un futuro hídrico sostenible
El Plan Nacional Hídrico tiene potencial, pero enfrenta serios desafíos en su ejecución. Si el Gobierno Federal no ajusta el presupuesto y garantiza un manejo eficiente de los recursos, las metas quedarán en promesas incumplidas. México necesita un compromiso real y una estrategia integral para enfrentar la crisis del agua. Solo con esfuerzo colectivo podremos garantizar un futuro sostenible para las próximas generaciones.
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