Durante las últimas semanas, el nombre de una enfermedad que parecía olvidada ha vuelto a resonar en clínicas, medios de comunicación y redes sociales: la tos ferina. Según datos recientes de la Secretaría de Salud (SSa), los casos se han triplicado en varios estados del país, lo que ha encendido las alarmas sanitarias.
Este aumento ha puesto en evidencia la importancia de contar con esquemas de vacunación completos y actualizados, especialmente en grupos vulnerables como niños menores de cinco años y mujeres embarazadas.
¿Quiénes deben vacunarse contra la tos ferina?
De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la vacuna contra la tos ferina se aplica principalmente a:
- Niñas y niños menores de cinco años.
- Mujeres embarazadas a partir de la semana 20.
- Adultos que no hayan sido revacunados en los últimos 10 años.
Existen dos tipos de vacunas disponibles:
- DPaT (Difteria, Tétanos y Pertussis acelular): recomendada para menores de siete años.
- dPaT: recomendada para adolescentes mayores de 11 años, personas adultas y embarazadas.
Ambas ayudan a generar anticuerpos que refuerzan el sistema inmunológico, siendo clave en la prevención de esta enfermedad respiratoria que, si no se trata, puede derivar en complicaciones graves.
¿Dónde aplican la vacuna contra la tos ferina en México?
La vacuna está disponible de forma gratuita en:
- Centros de salud de la Secretaría de Salud (SSa).
- Unidades de Medicina Familiar (UMF) del IMSS.
Los especialistas recomiendan a las personas revisar su cartilla de vacunación para verificar si cuentan con el esquema completo. La revacunación cada 10 años es clave para evitar contagios en adultos y proteger a quienes los rodean.
Reacciones secundarias y precauciones antes de la vacunación
Como con cualquier vacuna, pueden presentarse efectos secundarios menores como:
- Dolor y enrojecimiento en la zona de aplicación.
- Fiebre ligera.
- Malestar general o irritabilidad.
- Ronchas pasajeras.
La Secretaría de Salud recomienda posponer la vacunación en niñas o niños que presenten fiebre de 38°C o más, así como consultar al médico en caso de padecimientos neurológicos progresivos antes de aplicar el biológico.
¿Cómo identificar los síntomas de tos ferina?
La Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU. y la SSa coinciden en los principales síntomas de la enfermedad:
- Congestión nasal y lagrimeo.
- Tos persistente y fuerte.
- Silbido al respirar.
- Fatiga y vómitos tras accesos de tos.
- Coloración azulada o enrojecida del rostro.
Estos ataques pueden durar hasta 10 semanas y son más frecuentes por las noches. Ante cualquier sospecha, se recomienda acudir de inmediato al médico y evitar la automedicación.
Prevención y medidas ante el repunte
Además de la vacunación, el IMSS recomienda:
- Lavado frecuente de manos.
- Evitar contacto cercano con personas enfermas.
- Uso de cubrebocas en lugares cerrados o concurridos.
La vigilancia médica y el acceso oportuno a la vacuna son clave para frenar este brote. La salud pública depende también de decisiones individuales informadas y responsables.
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