En un clima de incertidumbre migratoria, el estado de Baja California toma medidas preventivas para enfrentar un posible éxodo masivo de mexicanos deportados desde Estados Unidos. Según datos compartidos por el secretario de Economía e Innovación, Kurt Honold Morales, 270 mil mexicanos se encuentran en la mira de la Patrulla Fronteriza, muchos de los cuales podrían regresar a México en los próximos meses.
El epicentro de esta crisis apunta a ser Tijuana, una ciudad acostumbrada a ser un punto clave en la dinámica fronteriza, pero que ahora podría enfrentar una presión humanitaria inédita. Ante esta situación, el Ayuntamiento ha declarado emergencia preventiva y liberado fondos para atender la potencial llegada masiva de migrantes.
¿Qué significa la declaratoria de emergencia en Tijuana?
El cabildo de Tijuana, liderado por el presidente municipal Ismael Burgueño, aprobó por unanimidad una declaratoria de emergencia diseñada para liberar recursos económicos y humanos que puedan hacer frente a las implicaciones sociales y humanitarias del fenómeno migratorio. Según un comunicado oficial:
«A consecuencia de la contingencia por las múltiples declaraciones publicadas en diversos medios nacionales e internacionales con relación a un arribo de migrantes, derivado de una deportación masiva por la frontera internacional entre esta ciudad y el estado de California.»
Esto permitirá, entre otras cosas:
- Alojar a los migrantes en instalaciones temporales.
- Proveer atención médica y psicológica a los retornados.
- Fortalecer la coordinación con organizaciones civiles y religiosas.
¿Cuántos migrantes llegarán realmente?
Aunque el número exacto de deportados diarios aún no se ha estimado, Honold Morales enfatizó que el proceso será programado y ordenado, contrario a los temores iniciales de llegadas masivas incontroladas. Estados Unidos ha asegurado a las autoridades mexicanas que se brindará información anticipada sobre los deportados, incluyendo datos personales y antecedentes penales en caso de que aplique.
Sin embargo, las cifras preocupan. Se espera que las principales ciudades receptoras sean Tijuana, Ciudad Juárez y Reynosa, tres urbes que ya enfrentan desafíos significativos en términos de infraestructura y servicios públicos.
Impacto social y económico para Baja California
La llegada de miles de migrantes podría tensionar aún más los servicios públicos de Tijuana, una ciudad que ya enfrenta problemas de saturación en sectores clave como salud, educación y vivienda. Además, la crisis migratoria podría generar:
- Aumento en la demanda de empleo informal.
- Mayor presión en albergues y comedores comunitarios.
- Riesgo de conflictos sociales en zonas vulnerables.
Por otro lado, expertos ven una oportunidad económica. Durante el Foro binacional de negocios T-MEC, se planteó la posibilidad de integrar a los retornados al mercado laboral de Baja California, aprovechando sus habilidades y experiencia adquirida en Estados Unidos.
¿Qué se espera en el futuro inmediato?
Con la eventual reelección de Donald Trump en el horizonte, el panorama para los migrantes mexicanos en Estados Unidos podría tornarse más restrictivo. Aunque el secretario Honold Morales aseguró que se priorizará una coordinación binacional, las decisiones unilaterales del gobierno estadounidense podrían complicar los esfuerzos de México para manejar la crisis.
Por ahora, el llamado es claro: prepararse para lo peor, pero trabajar para lo mejor. La cooperación entre gobierno, sociedad civil y organizaciones internacionales será crucial para mitigar los efectos de este fenómeno.
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