En su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum interrumpió la agenda habitual para hacer una aclaración crucial: México no ha firmado ningún acuerdo con la DEA para la creación del llamado “Proyecto Portero”, una iniciativa presentada por la agencia estadounidense como un nuevo frente contra los cárteles de la droga.
“No hay ningún acuerdo con la DEA”
Sheinbaum explicó que el Gobierno de México desconoce por qué la DEA emitió un comunicado asegurando una colaboración binacional. Según la mandataria, la única actividad registrada fue un taller impartido en Texas a policías de la SSPC, pero sin relación con un operativo formal.
“La DEA emite el comunicado no sabemos con base en qué. Nosotros no hemos llegado a ningún acuerdo, ninguna de las instituciones de seguridad con la DEA”, señaló la presidenta.
El verdadero acuerdo en materia de seguridad
La mandataria adelantó que lo único que está en proceso es un acuerdo de seguridad con el Departamento de Estado de EE.UU., basado en cuatro principios:
- Soberanía nacional
- Respeto territorial
- Confianza mutua
- Coordinación sin subordinación
Este pacto, dijo, busca reforzar la cooperación con agencias estadounidenses, pero siempre dentro de un marco constitucional y sin ceder autonomía operativa.
La postura de la DEA y el Proyecto Portero
Un día antes, la DEA había presentado el Proyecto Portero como una estrategia para golpear a los “guardianes de los cárteles”, responsables de controlar los corredores de contrabando en la frontera suroeste. Según la agencia, estos operativos dirigen el tráfico de fentanilo, metanfetaminas y cocaína hacia EE.UU., además del flujo de armas y dinero hacia México.
El contraste entre ambas versiones genera incertidumbre diplomática: mientras Washington presume un frente conjunto, México insiste en que no ha autorizado ninguna operación bajo ese nombre.
México marca límites en la cooperación
Sheinbaum recalcó que la relación con agencias extranjeras está regulada por la Constitución y por la Ley de Seguridad Nacional, lo que impide operaciones unilaterales en territorio mexicano. Con ello, envió un mensaje claro: México busca cooperación, pero sin subordinación ni imposiciones externas.
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