Del 12 al 18 de mayo de 2025 se celebra la Octava Semana Mundial de las Naciones Unidas para la Seguridad Vial, una conmemoración que busca visibilizar una de las crisis más silenciosas y trágicas del planeta: los siniestros de tránsito. En un mundo donde cerca de 1.2 millones de personas mueren cada año en las vías, y donde hasta 50 millones sufren lesiones, esta semana representa una oportunidad para actuar colectivamente.
En Yucatán, el problema ha cobrado especial relevancia. Solo en lo que va del año 2025, se han contabilizado al menos 92 muertes por hechos viales en el estado. De ellas, 49 fueron motociclistas, 17 automovilistas, 13 pasajeros, 7 ciclistas y 6 peatones, según datos recabados por el ingeniero en tránsito vial René Flores Ayora. “Hasta el día de hoy, 92 yucatecos, cifra muy conservadora; pudieran ser muchos más, como 120”, alerta.
¿Por qué es tan importante la Semana Mundial de la Seguridad Vial?
Esta iniciativa de las Naciones Unidas sirve para recordar a las víctimas y promover políticas públicas y acciones ciudadanas que reduzcan estas tragedias. Este año, el enfoque está puesto en hacer que caminar y andar en bicicleta sean modos de transporte seguros, saludables y sostenibles. También impulsa una transición hacia entornos urbanos más amigables con el peatón, que reduzcan la dependencia del automóvil y promuevan medios alternativos.
Con un enfoque en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la campaña apela a gobiernos, escuelas, empresas y ciudadanos para asumir su parte. Se trata de pasar del discurso a la acción: crear infraestructuras seguras, hacer cumplir las leyes, sancionar conductas peligrosas y, sobre todo, respetar la vida en las calles.
Mérida: una ciudad con altos riesgos viales
Mérida, reconocida por su seguridad pública, enfrenta una paradoja: sus calles y avenidas son cada vez más letales. De acuerdo con el informe “Ni una muerte vial” de la organización Céntrico, el Periférico de Mérida es la quinta vía más mortal del país y la más peligrosa de la ciudad. Tan solo entre 2019 y 2022, se registraron 50 muertes por atropellamiento en esta vía, de las cuales 34 fueron peatones, 7 motociclistas y 9 ciclistas.
Este tramo carretero ocupa también el tercer lugar nacional con más muertes de ciclistas, una estadística preocupante considerando el impulso que ha tenido el uso de la bicicleta en la ciudad en los últimos años.
¿Por qué se producen tantos siniestros en Mérida?
El problema tiene múltiples causas, pero hay factores estructurales que se repiten. Según Eduardo Monreal Toraya, del Observatorio de Movilidad Sostenible Mérida, muchos de los fallecimientos ocurren en cruceros y accesos a fraccionamientos o comisarías. “Seamos claros: esto no se resuelve con campañas de educación vial”, advierte. “Gran parte del problema se debe a fallas en la infraestructura urbana y a la falta de vigilancia del cumplimiento de las normas”.
Otro aspecto que se destaca es la ineficacia de la señalización vial. Simplemente colocar letreros de límite de velocidad no frena a los conductores que exceden la velocidad. Sin una vigilancia activa y sanciones efectivas, estas medidas pierden su efecto preventivo.
Puntos críticos de accidentes en la ciudad
El informe de la Estrategia Misión Cero, que abarca el periodo de 2015 a 2023, ofrece un mapeo claro de las zonas más peligrosas de Mérida. Entre ellas destacan: Anillo Periférico con Avenida Jacinto Canek: 213 casos registrados; Anillo Periférico con Avenida Yucatán: 185 casos, y calle 33 con calle 31 Diagonal: 173 casos.
Estos puntos críticos no solo concentran un alto número de accidentes, sino que reflejan deficiencias graves en la planificación y supervisión vial. Georreferenciar estos sitios permite entender mejor las causas y diseñar intervenciones puntuales que salven vidas.
UNA RESPONSABILIDAD COMPARTIDA: CIUDADANÍA Y AUTORIDADES
La lucha contra los siniestros viales no puede recaer solo en el individuo. Si bien es cierto que cada conductor, peatón o ciclista debe actuar con responsabilidad, también lo es que la planeación urbana y las políticas públicas son determinantes. Una ciudad que prioriza al automóvil por encima del peatón está destinada a repetir tragedias.
A pesar de ello, las autoridades locales han hecho esfuerzos por mejorar la movilidad. Algunos avances incluyen ciclovías, semáforos peatonales y pasos elevados. No obstante, estos esfuerzos son aislados y no siempre responden a criterios técnicos de seguridad vial.
Para el ingeniero René Flores Ayora, experto en tránsito y auditor en seguridad vial por el CENAPRA, la clave está en la prevención. “Los siniestros son prevenibles, evitables y siempre tienen una causa. Ojalá que en esta Semana Mundial logremos un saldo blanco en Yucatán”.
UN LLAMADO A LA ACCIÓN
La Octava Semana Mundial de Seguridad Vial es más que una fecha en el calendario: es una oportunidad para repensar la forma en que nos movemos por nuestras ciudades. En Mérida, donde ya han muerto más de 90 personas en lo que va del año, no se trata solo de estadísticas: se trata de vecinos, amigos, familias enteras rotas por una tragedia evitable.
La responsabilidad es colectiva y empieza por informarse, exigir y actuar. Si cada quien pone de su parte, sí es posible aspirar a un saldo blanco.
Como dice René Flores Ayora: “Haz tu parte. La vida de alguien más puede depender de tu decisión”.
¿POR QUÉ SE CONMEMORA ESTA SEMANA?
La Octava Semana Mundial de las Naciones Unidas para la Seguridad Vial se conmemora con el objetivo de crear conciencia global sobre la importancia de prevenir muertes y lesiones causadas por siniestros de tránsito, así como de impulsar acciones concretas por parte de gobiernos, sociedad civil, empresas y ciudadanos para hacer más seguras las vías.
Esta iniciativa, organizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en conjunto con la ONU, se realiza cada dos años desde 2007, y en su edición 2025 se celebra del 12 al 18 de mayo, enfocándose en la protección de peatones, ciclistas y motociclistas, que son los más vulnerables en las calles.
El lema de esta edición es “Calles para la vida”, y busca destacar que las muertes por hechos viales no son accidentes inevitables, sino tragedias prevenibles. La Semana impulsa intervenciones basadas en evidencia como infraestructura segura, reducción de velocidades, educación vial y leyes estrictas, con el objetivo de reducir las cifras alarmantes: 1.2 millones de muertes al año en el mundo por siniestros viales.
¿QUÉ PODEMOS HACER COMO CIUDADANOS?
La seguridad vial es una construcción colectiva, y cada uno puede aportar desde su rol en la vía pública:
Para conductores:
• Respetar los límites de velocidad, especialmente en zonas escolares y habitacionales.
• No usar el celular mientras se maneja.
• Ceder siempre el paso a peatones y ciclistas.
• No estacionarse en pasos peatonales o ciclovías.
• Usar siempre el cinturón de seguridad.
• Evitar conducir bajo los efectos del alcohol o cualquier sustancia.
Para motociclistas:
• Usar casco certificado y ropa reflectante.
• Evitar zigzaguear entre autos o circular en aceras.
• Encender las luces incluso de día.
• Cumplir con las señales de tránsito.
• Evitar llevar más pasajeros de lo permitido.
Para peatones:
• Cruzar solo en esquinas y pasos marcados.
• Hacer contacto visual con los conductores antes de cruzar.
• No caminar usando audífonos o viendo el celular.
• Respetar los semáforos peatonales.
Para ciclistas:
• Usar casco, luces y señalamientos.
• Circular por ciclovías o, en su defecto, en el mismo sentido del tráfico.
• No usar auriculares mientras pedaleas.
• Señalizar con los brazos tus movimientos.
• Mantener la bicicleta en buen estado.
Para todos:
• Denunciar puntos peligrosos a las autoridades.
• Participar en campañas ciudadanas de movilidad segura.
• Exigir infraestructura adecuada y leyes que realmente protejan.


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