viernes, diciembre 19, 2025

Secretaría de Salud respalda IEPS para impulsar una “República Sana”

La Secretaría de Salud defiende mantener el impuesto a bebidas azucaradas como herramienta educativa y de prevención para reducir consumo nocivo.

México ostenta un triste récord: es uno de los países líderes mundiales en consumo de refrescos, con un promedio de cerca de 166 litros por persona al año, lo que revela una adicción colectiva al azúcar. Desde los pasillos del Congreso hasta las mesas familiares, ese hábito silencioso se traduce en consecuencias graves: obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares.

En ese escenario, la Secretaría de Salud dio un paso contundente: respaldar el mantenimiento del IEPS (Impuesto Especial sobre Producción y Servicios) como pilar central de su estrategia para construir una “República Sana”.

¿Qué es el IEPS y cómo se ha aplicado a las bebidas?

El IEPS es un gravamen específico que grava los consumos nocivos. En México, aplica a bebidas con azúcar u otros endulzantes. En el acuerdo, se estableció mantener una tasa de 3,08 pesos por litro para bebidas azucaradas, y 1,50 pesos por litro para aquellas con edulcorantes no calóricos.

Esta medida no es nueva —el impuesto existe desde 2014—, pero ahora se sostiene bajo una visión distinta: no solo como recaudación, sino como política de salud pública.

El acuerdo entre Salud, gobierno y sector empresarial

La conferencia fue simbólica: autoridades federales, legisladores y representantes del sector refresquero unidos. El secretario de Salud, David Kershenobich, enfatizó que no se trata de “recaudación disfrazada”, sino de una herramienta educativa y transformadora.

El subsecretario Eduardo Clark lo complementó: ante la crisis cardiometabólica que enfrenta el país, este IEPS tiene vocación preventiva. Además, se acordaron iniciativas voluntarias con la industria para reducir azúcares, redesignar presentaciones, y limitar publicidad dirigida a menores.

Objetivos de la estrategia “República Sana”

El nombre no es casual. Esta estrategia pretende que la salud deje de ser un tema fragmentado: quiere que el sistema educativo, medios, empresas y sociedad asuman responsabilidades.

Entre sus metas destacan:

  • Reducir el consumo per cápita de bebidas azucaradas
  • Promover opciones más saludables y reformuladas
  • Fomentar la cultura del autocuidado y la prevención
  • Destinar recursos recaudados a programas de salud pública

Compromisos de la industria refresquera

El sector no quedó exento. Andrés Massieu (MexBeb) y Patricio Caso (Coca-Cola México) anunciaron medidas concretas:

  • Reformular productos con menor azúcar y calorías
  • Reducir un 30 % las calorías de su bebida original
  • Eliminar publicidad dirigida a menores de 16 años
  • Impulsar versiones sin azúcar como opción accesible

Este pacto implica que las empresas compartan responsabilidad en la transformación cultural de consumo.

Riesgos, críticas y retos de implementación

Toda política ambiciosa enfrenta desafíos. Por ejemplo:

  • Que el consumidor migre a otros productos nocivos no gravados
  • Que las empresas utilicen argumentos de libre mercado para frenar la reforma
  • Que la recaudación no se utilice eficientemente en salud
  • La necesaria fiscalización para evitar personalidades mediadoras corruptas

Algunas críticas señalan que el impuesto puede ser regresivo si afecta más a hogares de bajos ingresos. No obstante, defensores argumentan que esos mismos hogares son los más vulnerables a enfermedades vinculadas al azúcar.

Impactos esperados en salud pública y economía

Estudios previos del IEPS han mostrado que reduce el consumo de bebidas gravadas hasta en un 5 % a 10 %, especialmente entre hogares con menores ingresos. En un horizonte de 10 años, esas reducciones pueden traducirse en decenas de miles de casos de diabetes y obesidad evitados.

Además, cada peso invertido en prevención puede rendir de 3 a 4 pesos en ahorro de costos médicos.

Retos futuros y acciones complementarias

El IEPS es sólo una pieza del rompecabezas. Para que la estrategia funcione, se necesitan: etiquetado frontal claro, regulación de alimentos ultraprocesados, acceso efectivo a agua potable, educación nutricional en escuelas, monitoreo de la industria y mecanismos de rendición de cuentas.Si este pacto logra trascender acuerdos simbólicos y se convierte en un cambio cultural duradero, México podría dejar de ocupar el trágico primer sitio mundial en consumo de refrescos… y avanzar más fuerte hacia una República Sana.

Georgina Balam
Georgina Balam
Georgina Balam es nuestra editora experta en la sección de Espectáculos y Entretenimiento. Con una sólida experiencia en la creación de contenido digital, se distingue por ofrecer información veraz y oportuna a nuestra audiencia. Su conocimiento y autoridad en la industria del entretenimiento aseguran que nuestros lectores reciban las noticias más fiables y actualizadas.
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