La presión ciudadana y la falta de permisos ambientales obligaron a dar marcha atrás a la obra
La presión ejercida por prestadores de servicios turísticos, ambientalistas y ciudadanos, así como la falta de permisos ambientales federales, obligaron a suspender los estudios preliminares para la construcción del cuarto muelle de cruceros en Cozumel. La plataforma instalada mar adentro para realizar análisis de suelo ya fue retirada.
El viernes pasado, más de 150 embarcaciones —incluidas cooperativas, prestadores independientes y tiendas de buceo— rodearon la plataforma instalada frente al arrecife Villa Blanca para exigir el cese inmediato de las perforaciones. Los manifestantes argumentaron que el sitio es importante para el snorkel y el buceo accesible, especialmente para operadores que no cuentan con permisos en zonas protegidas como “El Cielo”.
Fernán Salazar, representante de los lancheros locales, detalló que lograron un diálogo directo con el ingeniero a cargo de la plataforma, quien accedió a detener los trabajos. “Nos dijo que entendía nuestra preocupación y que, para evitar confrontaciones, desmontarían el equipo. Ayer ya comenzaron a retirarlo”, relató.
El arrecife Villa Blanca es uno de los más visitados por turistas que buscan actividades acuáticas cercanas a la costa, por lo que los operadores advirtieron que su alteración afectaría directamente su fuente de ingresos. Aseguraron que decenas de familias dependen económicamente de esta zona, y que la construcción del muelle podría representar el colapso de su sustento.
Simultáneamente, en el malecón Rafael E. Melgar, ciudadanos y activistas organizaron una manifestación pacífica para exigir la cancelación definitiva del proyecto. Durante la protesta, recolectaron firmas y expresaron su preocupación por el impacto ambiental que representaría otro muelle en una isla con ecosistemas ya presionados por el turismo masivo.
“Un cuarto muelle no sólo afectaría los arrecifes, también incrementaría la saturación turística y la presión sobre los servicios de la isla”, advirtieron los manifestantes, quienes llamaron al gobierno federal a priorizar la conservación ambiental sobre el desarrollo turístico desmedido.
La postura de Claudia Sheinbaum sobre el cuarto muelle
La polémica llegó al plano nacional y, el pasado 8 de mayo, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo se pronunció al respecto. Durante la Conferencia del Pueblo, aclaró que el proyecto aún no cuenta con autorización ambiental. “Todo proyecto debe tener primero su Manifestación de Impacto Ambiental (MIA); en este caso, no se ha emitido ninguna autorización”, afirmó.
La falta de MIA constituye un freno legal para el avance del proyecto, que desde su planteamiento ha sido cuestionado por diversos sectores sociales y ambientales. La comunidad local también ha denunciado la falta de consulta pública previa, en una isla donde el turismo es vital, pero los ecosistemas son frágiles.


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