El pasado 31 de diciembre de 2024, el Diario Oficial de la Federación publicó la última reforma al artículo 19 constitucional, ampliando los delitos sujetos a prisión preventiva oficiosa. Este cambio, heredado de administraciones anteriores, busca combatir delitos graves como feminicidio, corrupción y delitos relacionados con el fentanilo.
Sin embargo, la medida no ha estado exenta de controversias. Mientras el gobierno la defiende como una herramienta para garantizar la justicia, los expertos y organismos de derechos humanos advierten sobre sus impactos en un sistema penitenciario ya saturado y con condiciones que violan derechos fundamentales.
¿Qué implica la nueva reforma de prisión preventiva?
1. Expansión de delitos
La reforma incluye delitos como:
- Corrupción: Enriquecimiento ilícito y ejercicio abusivo de funciones.
- Delitos graves: Feminicidio, violación, secuestro y trata de personas.
- Delincuencia organizada: Tráfico de drogas sintéticas como el fentanilo.
2. Prisión preventiva oficiosa vs. prisión preventiva justificada
- Oficiosa: Automática al imputado por ciertos delitos, sin necesidad de justificar riesgo de fuga o reincidencia.
- Justificada: Requiere argumentación del Ministerio Público ante el juez.
Retos para el sistema penitenciario mexicano
1. Sobrepoblación en cárceles
Según el Censo Nacional del Sistema Penitenciario 2024, la sobrepoblación es ya del 4%, con 233,277 personas internadas. De estas:
- 16% están por prisión preventiva oficiosa.
- Incremento esperado: La reforma agravará este problema, saturando aún más las instalaciones.
2. Derechos humanos en riesgo
El «Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria» de la CNDH reveló:
- 50 mil quejas en 2024, un aumento significativo frente a años anteriores.
- Deficiencias en:
- Acceso a servicios médicos.
- Seguridad y prevención de abusos.
- Alimentación adecuada.
3. Recursos insuficientes
A pesar de que el presupuesto penitenciario no ha disminuido, no es suficiente para enfrentar el aumento de internos ni para mejorar las condiciones de vida en las cárceles.
Críticas desde los derechos humanos
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) ya ha señalado a México por la prisión preventiva oficiosa en casos como García Rodríguez y Reyes Alpízar, declarando que esta medida viola el principio de presunción de inocencia.
¿Por qué es problemática?
- Automatización de la detención: No permite evaluar caso por caso.
- Aumento de presos sin sentencia: Más del 40% de los internos en México están en esta situación.
- Desigualdad en la justicia: Perjudica más a personas en situación de pobreza y vulnerabilidad.
¿Qué puede hacer México para enfrentar este desafío?
1. Reformar el sistema penitenciario
- Infraestructura: Ampliar y modernizar los centros penitenciarios.
- Condiciones: Garantizar acceso a derechos básicos como salud, alimentación y seguridad.
2. Evaluar la prisión preventiva oficiosa
- Flexibilizar la reforma: Limitar la aplicación automática y permitir una evaluación judicial más rigurosa.
- Alternativas a la prisión: Fianzas y brazaletes electrónicos podrían ser opciones para delitos menores.
3. Colaboración internacional
México debe trabajar con organismos internacionales para garantizar que sus políticas cumplan con estándares de derechos humanos.
El futuro de la justicia en México
La reforma de prisión preventiva oficiosa representa un arma de doble filo. Aunque busca combatir delitos graves, su implementación sin planificación adecuada podría colapsar el sistema penitenciario y exacerbar las violaciones a los derechos humanos.
México tiene el reto de equilibrar la seguridad con la justicia, demostrando que es posible combatir el crimen sin sacrificar los principios fundamentales de derechos humanos.
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