Raúl Rocha Cantú volvió al centro de la conversación pública luego de que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) cancelara oficialmente su nombramiento como Cónsul Honorario de México en Guatemala. La decisión, avalada por Roberto Velasco, encargado del Despacho de la Cancillería, marca un punto de quiebre en la relación institucional del empresario con el Estado mexicano.
El acuerdo fue publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el lunes 29 de diciembre y confirma que el gobierno mexicano retiró el exequátur otorgado en junio de 2022, luego de que el propio gobierno de Guatemala diera por concluidas las funciones diplomáticas de Rocha Cantú.
Este movimiento no ocurre en el vacío. Se da en medio de una creciente presión judicial, política y mediática que rodea al empresario, hoy señalado como prófugo de la justicia mexicana.
La SRE retira el exequátur y rompe el vínculo oficial
De acuerdo con el texto publicado en el DOF, la cancelación del cargo se realizó tras la notificación oficial del gobierno guatemalteco. Con ello, Raúl Rocha Cantú pierde cualquier reconocimiento diplomático y protección consular derivada de su anterior nombramiento.
Aunque el cargo de cónsul honorario no implica funciones diplomáticas plenas, sí representa una distinción institucional que ahora queda formalmente anulada. En términos políticos, el mensaje es claro: el Estado mexicano se deslinda públicamente del empresario.
Raúl Rocha Cantú y la batalla legal contra la FGR
En paralelo, la situación legal de Raúl Rocha Cantú se ha complicado de forma acelerada. La Fiscalía General de la República (FGR) revocó el criterio de oportunidad que anteriormente le había sido concedido, argumentando un incumplimiento relacionado con una comparecencia judicial.
Ante esta decisión, Rocha Cantú promovió un amparo para frenar los efectos de la revocación. El Juzgado Primero de Distrito en Materia Penal en Nuevo León determinó que existen dudas razonables sobre la legalidad de la medida de la Fiscalía, por lo que ordenó suspender provisionalmente sus efectos mientras se analiza el fondo del caso.
Sin embargo, esta suspensión no anula las investigaciones ni la orden de aprehensión vigente.
Orden de aprehensión y cargos de alto impacto
La FGR mantiene activa una orden de captura contra Raúl Rocha Cantú por delitos graves, entre ellos delincuencia organizada, tráfico de armas y tráfico ilícito de hidrocarburos, conocido como huachicol.
La causa penal 495/2025, radicada en un juzgado federal de Querétaro, señala a Rocha Cantú como presunto líder de una red criminal con vínculos con organizaciones como el Cártel Jalisco Nueva Generación, el Cártel del Golfo y la Unión Tepito.
Según las autoridades, el empresario habría faltado a tres audiencias judiciales y proporcionado domicilios falsos, lo que fortaleció la hipótesis de que intenta evadir la acción de la justicia.
La imagen en París que desató indignación
En medio de la controversia, una fotografía de Raúl Rocha Cantú en el lujoso Bar Vendôme del Hotel Ritz de París encendió la indignación en redes sociales. La imagen, difundida por el periodista Sergio Sarmiento en la red X, mostró al empresario en un entorno de lujo mientras en México se le busca activamente.
El contraste entre su vida pública en Europa y su estatus legal en México reforzó la percepción de impunidad, generando cuestionamientos sobre la eficacia de los mecanismos de cooperación internacional.
De testigo protegido a prófugo
Uno de los elementos más delicados del caso es que Raúl Rocha Cantú fue en su momento testigo colaborador de la FGR. En sus declaraciones, admitió haber invertido recursos en operaciones de contrabando de combustible, señalando que actuó a instancias de Jacobo Reyes León, alias “El Yeicob”.
Rocha aseguró que su papel fue únicamente financiero, pero la Fiscalía sostiene que las pruebas lo colocan en una posición de mayor responsabilidad dentro de la estructura criminal.
El caso Raúl Rocha Cantú entra en una nueva fase
La cancelación del cargo diplomático por parte de la SRE representa más que un trámite administrativo. Marca un punto simbólico en la caída institucional de Raúl Rocha Cantú, quien pasó de empresario influyente y cónsul honorario a prófugo buscado por delitos de alto impacto.
Mientras la FGR insiste en que sus actuaciones se apegan al debido proceso y promete informar a la opinión pública, el caso sigue escalando en relevancia política y judicial. El desenlace del proceso penal definirá no solo el futuro legal del empresario, sino también el mensaje del Estado mexicano frente a la corrupción, el crimen organizado y el uso indebido de posiciones de poder, cerrando así un capítulo clave en la historia reciente de Raúl Rocha Cantú.


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