El volcán Popocatépetl, uno de los más activos y potencialmente peligrosos de México, registró 36 exhalaciones durante el 30 de julio de 2025, según informó el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) en conjunto con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Aunque estas emisiones se consideran parte de su comportamiento habitual en los últimos años, el nivel de alerta continúa en Amarillo Fase 2, lo que implica riesgo moderado y la necesidad de mantenerse alerta.
Conocido popularmente como Don Goyo, el coloso ha mantenido un régimen de actividad constante desde hace más de una década. Su cercanía con zonas pobladas de Morelos, Puebla y el Estado de México hace que cada nueva exhalación sea motivo de preocupación para miles de habitantes que viven en las faldas del volcán.
Cenapred mantiene el perímetro de seguridad de 12 kilómetros
Ante el número creciente de exhalaciones, autoridades federales reiteraron el llamado a no acercarse al cráter del Popocatépetl. El perímetro de seguridad de 12 kilómetros a la redonda, establecido desde 2022, sigue vigente debido al riesgo de caída de fragmentos balísticos, flujo de lodo, cenizas y gases tóxicos.
El Cenapred y la Coordinación Nacional de Protección Civil exhortaron a la ciudadanía a evitar difundir rumores, y a mantenerse informados únicamente por medios oficiales, como los portales http://www.gob.mx/cenapred y la cuenta @CNPC_MX en redes sociales. También recordaron que cualquier emergencia relacionada con la actividad volcánica puede reportarse a los números 800-713-4147 y 911.
Asimismo, durante temporadas de lluvia, es indispensable no acercarse a los cauces de barrancas, ya que el material expulsado por el volcán puede mezclarse con agua y generar flujos de lodo peligrosos, conocidos como lahares.
Un volcán con historia reciente de actividad intensa
Si bien el Popocatépetl ha registrado erupciones de baja a moderada intensidad en los últimos años, algunas explosiones han dejado huella. El 25 de diciembre de 2005, el volcán emitió una columna de ceniza de 3 kilómetros de altura acompañada de lava. Posteriormente, entre 2011 y 2013, ocurrieron varias explosiones que arrojaron fragmentos incandescentes a más de 700 metros del cráter.
En lo que va de 2025, el coloso ha tenido periodos con decenas de exhalaciones diarias, como las 41 exhalaciones del 16 de mayo, todas acompañadas de tremor volcánico y emisión de ceniza. Aunque la alerta no ha cambiado de fase, el patrón de actividad refuerza la necesidad de extrema precaución, especialmente para quienes viven o transitan cerca del volcán.
El impacto en el montañismo y las alertas ante fraudes
Una de las actividades más afectadas por la constante actividad volcánica es el montañismo, una práctica común en las faldas del Popocatépetl. Sin embargo, expertos como Hugo Delgado Granados, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM y estudioso del volcán desde 1983, recomiendan no intentar ascensos. “Como montañista y como vulcanólogo, no vale la pena arriesgarse”, afirmó en entrevista con Gaceta UNAM.
A esta advertencia se sumaron José Manuel Casanova Becerra, fundador de la Asociación de Montañismo y Escalada de la UNAM, y Lorenzo Ortiz Armas, instructor de alta montaña. Ambos advirtieron sobre el riesgo de ser víctima de fraudes, ya que algunas personas ofrecen tours ilegales para subir al volcán sin cumplir con las normas de seguridad.
“Se debe tomar conciencia de que no se puede exponer la vida de nadie por la necedad de querer subir al cráter”, alertó Casanova. Además, dejó claro que ni los grupos de rescate ni los socorristas alpinos pondrán en peligro sus vidas por rescatar a personas que desoyen las advertencias oficiales.
Don Goyo: entre el respeto ancestral y la vigilancia científica
El Popocatépetl, además de ser un símbolo cultural y natural de México, es una fuente constante de estudio para científicos y motivo de respeto para las comunidades que lo rodean. Su actividad actual, caracterizada por emisiones frecuentes de ceniza, gases y explosiones menores, refleja la complejidad de un volcán con conducto abierto, lo que significa que la presión interna se libera de manera regular, pero impredecible.
El monitoreo diario por parte del Cenapred y la UNAM permite tener información actualizada, pero también recuerda que la naturaleza volcánica del Popocatépetl requiere atención continua, ya que incluso sin explosiones catastróficas, representa un riesgo latente para la población y el entorno.
La actividad volcánica del Popocatépetl durante este 30 de julio, con 36 exhalaciones registradas, es un recordatorio de que, pese a su aparente normalidad, Don Goyo sigue activo y requiere responsabilidad y conciencia colectiva. Las autoridades mantienen la alerta en Amarillo Fase 2 y reiteran que el respeto a los perímetros de seguridad, la información verificada y la prevención son esenciales para proteger la vida de quienes viven cerca del volcán o practican actividades en sus alrededores. Frente a la fuerza natural del coloso, la mejor decisión siempre será la precaución informada.


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