El 26 de noviembre de 2024, un oscuro capítulo se escribió en la historia de la seguridad pública de Sinaloa. El asesinato del supervisor de la Policía Estatal Preventiva, Francisco Javier Verástica Muñoz, ha dejado una huella imborrable en la corporación y en la comunidad. Su trágica muerte, hallada bajo circunstancias violentas y vinculada con un mensaje de la delincuencia organizada, ha conmocionado a todos. Este artículo profundiza en los detalles de su asesinato, la reacción de las autoridades y el impacto de la violencia sobre los agentes de seguridad en Sinaloa.
¿Qué ocurrió con Francisco Javier Verástica Muñoz?
Francisco Javier Verástica, de 47 años, fue secuestrado el 26 de noviembre mientras viajaba en su vehículo por los alrededores del Aeropuerto Internacional de Culiacán. En la mañana de ese mismo día, sus familiares reportaron su desaparición y solicitaron la intervención de las autoridades para localizarlo. A pesar de los esfuerzos de búsqueda, su cuerpo fue encontrado en la madrugada del 28 de noviembre, en la intersección de la avenida Álvaro Obregón y el libramiento Benito Juárez.
El hallazgo: Un cuerpo con signos de violencia
Cuando las autoridades llegaron al lugar del hallazgo, encontraron el cuerpo de Verástica en condiciones desgarradoras. El cuerpo estaba amarrado de los pies, con los ojos vendados y semidesnudo. Un mensaje, escrito en cartulina, fue clavado en su espalda con un cuchillo. Los informes preliminares indican que dicho mensaje estaba firmado por «La Empresa«, una facción criminal ligada a Ismael Zambada Sicairos, alias «El Mayito Flaco«. Este hallazgo dejó claro el nivel de violencia al que están expuestos los agentes de seguridad en el estado.
La reacción de la SSP de Sinaloa
El subsecretario de Seguridad Pública de Sinaloa, Leoncio Pedro García Alatorre, no pudo ocultar su consternación al enterarse del crimen. En una conferencia de prensa realizada el 29 de noviembre, García Alatorre expresó el dolor que ha causado este asesinato entre los miembros de la Policía Estatal Preventiva. «Todos los integrantes de nuestra corporación estamos molestos por esta situación, ya que trabajamos para la comunidad y nos duele perder a uno de nuestros compañeros», mencionó, subrayando que Verástica no tenía ningún tipo de señalamiento previo.
Además, las autoridades confirmaron que la Fiscalía General del Estado (FGE) se encargaría de investigar los hechos, mientras que la SSP implementaba medidas de seguridad adicionales para proteger a su personal. «La primera medida de seguridad es cuidar nuestra integridad, estar atentos y reforzar las estrategias para prevenir cualquier otro incidente», señaló el subsecretario.
El contexto de violencia en Sinaloa
El asesinato de Verástica no es un caso aislado. Este crimen se enmarca en una ola de violencia que ha azotado al estado de Sinaloa, uno de los más afectados por la presencia del crimen organizado. Solo días antes, otro policía, Ramón Alberto Olivas Barragán, también fue secuestrado y posteriormente encontrado muerto en un canal de riego en la sindicatura de Costa Rica. La violencia contra las autoridades está en aumento, y los mensajes de los grupos criminales parecen ser una señal de advertencia para aquellos que luchan contra el narcotráfico en la región.
El dolor de la comunidad y el desafío para la seguridad
Este crimen resalta el alto precio que muchos policías en Sinaloa pagan por su compromiso con la justicia. Francisco Javier Verástica era un hombre íntegro, sin antecedentes negativos, y su muerte deja una sensación de incertidumbre y miedo entre sus compañeros. Sin embargo, este crimen también subraya la resiliencia de las fuerzas de seguridad, que, a pesar de las amenazas, siguen adelante en su lucha contra el crimen organizado.
Las autoridades locales han prometido que las investigaciones avanzarán, pero el desafío es grande. Mientras tanto, la SSP de Sinaloa se encuentra en una posición crítica, reforzando la seguridad de sus agentes y buscando estrategias para frenar la creciente violencia en el estado. El caso de Verástica es solo un ejemplo de la dura batalla que se libra cada día en las calles de Culiacán y otras ciudades de Sinaloa.
¿Qué implicaciones tiene este asesinato para la seguridad pública?
La violencia contra los policías no solo afecta a los agentes y sus familias, sino también a la comunidad en general. Cada asesinato de un miembro de la fuerza pública debilita la confianza en las instituciones y pone en evidencia las dificultades que enfrentan los cuerpos de seguridad para garantizar el orden en regiones con alta influencia del crimen organizado. A medida que los grupos criminales continúan desafiando la autoridad, la necesidad de fortalecer las medidas de seguridad se hace más urgente.
Reflexiones finales: La larga batalla por la seguridad
El asesinato de Francisco Javier Verástica Muñoz es un recordatorio doloroso de los riesgos que enfrentan los agentes de seguridad pública. La violencia, los narcomensajes y el poder de los cárteles de la droga continúan desafiando a las autoridades en Sinaloa, pero la lucha no termina con este crimen. La familia policial, así como la comunidad, esperan que este asesinato no quede impune y que, a pesar de la violencia, se logre restablecer el orden.
¡Únete a nuestro canal en WhatsApp! Las noticias más relevantes del día directamente en tu dispositivo móvil.


TE PODRÍA INTERESAR