El viernes 22 de noviembre, el gobierno federal desplegó el primer gran operativo de seguridad de la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum. Bajo el nombre «Enjambre», la acción se enfocó en la detención de funcionarios y jefes policiacos en el Estado de México vinculados a la delincuencia organizada, principalmente al grupo criminal conocido como La Familia Michoacana, liderado por los hermanos Johnny y José Alfredo Hurtado Olascoaga, alias “El Pescado” y “La Fresa”.
Con base en información pública y fuentes cercanas a este despliegue, analizamos las características que hacen de este operativo un parteaguas en la estrategia de seguridad nacional.
Operativo modelo García Harfuch: inteligencia y coordinación efectiva
El Operativo «Enjambre» lleva el sello de la estrategia de seguridad implementada por Omar García Harfuch, actual secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, y replicada con éxito en la Ciudad de México.
1. Inteligencia táctica: precisión en el objetivo
En el Estado de México, al igual que en la CDMX, la estrategia de Harfuch combina inteligencia de campo con acciones judiciales sólidas. En este caso, la información operativa fue generada por el equipo del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y del Centro Nacional de Fusión de Inteligencia (CENFI), con respaldo de la Secretaría de Defensa Nacional y la Guardia Nacional.
La captura simultánea de directivos de seguridad y políticos municipales fue producto de meses de investigación, apoyada por tecnologías avanzadas y análisis de datos.
2. Inteligencia operativa: un despliegue sin precedentes
El operativo movilizó a más de 800 efectivos de distintas instituciones, incluyendo la Marina, Defensa, Guardia Nacional, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de México, la Fiscalía General de la República (FGR) y cuerpos locales.
La acción fue simultánea en cuatro regiones del Estado de México, destacando puntos clave como:
- Poniente-sur: Amanalco y Santo Tomás de los Plátanos, colindantes con Michoacán.
- Oriente: Ixtapaluca y Coacalco.
- Norte: Huehuetoca.
- Zona metropolitana: Naucalpan.
Esta cobertura permitió desmantelar redes de apoyo al crimen en múltiples municipios, afectando significativamente las operaciones de La Familia Michoacana.
3. Inteligencia estratégica: un golpe político y criminal
«Enjambre» es el primer operativo de alto impacto bajo el liderazgo de Sheinbaum, y también representa un gran logro para la gobernadora mexiquense, Delfina Gómez. En sus comunicaciones oficiales, se destacó la colaboración entre las autoridades estatales y federales, consolidando una estrategia de seguridad intergubernamental.
El operativo no solo envió un mensaje al crimen organizado, sino también a los actores políticos: la coordinación transversal será la nueva norma en el combate a la delincuencia.
Impacto político: una nueva etapa en la lucha contra el crimen
Con el Operativo «Enjambre», el gobierno de Claudia Sheinbaum demuestra que la seguridad será una prioridad nacional. La detención de funcionarios y policías municipales presuntamente ligados al crimen organizado es una advertencia para aquellos que utilicen sus posiciones para proteger intereses ilícitos.
Además, este despliegue apunta a que más operativos están en camino, reforzando la postura de cero tolerancia hacia la corrupción y el crimen.
Agenda de seguridad: ¿Qué sigue después de «Enjambre»?
- Fortalecer la coordinación interinstitucional: «Enjambre» es solo el inicio. La colaboración entre el gobierno federal y los estados será crucial para replicar este modelo en otras regiones.
- Blindar el sistema judicial: Para que los esfuerzos no queden en el vacío, será indispensable que los jueces actúen con firmeza y apego a la ley, asegurando que los detenidos enfrenten justicia.
- Abordar las causas estructurales de la violencia: La estrategia de seguridad combina acciones directas contra el crimen con programas sociales para prevenir la delincuencia. La clave será mantener este enfoque integral.
Un mensaje claro al crimen y a la política
El Operativo «Enjambre» es un claro ejemplo de cómo la inteligencia táctica, operativa y estratégica, combinada con una coordinación efectiva entre niveles de gobierno, puede generar resultados tangibles en la lucha contra el crimen organizado.
Con este operativo, Sheinbaum y García Harfuch demuestran que la seguridad no será solo una promesa, sino una prioridad real. México está entrando en una nueva etapa en su estrategia de seguridad, y las expectativas para los próximos años son altas.
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