México se prepara para una nueva ola de calor con temperaturas de hasta 45°C, mientras lluvias intensas amenazan con inundaciones y deslaves en otras regiones. Conoce el pronóstico y los riesgos.
México se encuentra bajo una doble amenaza climática este 2 de junio de 2025: una nueva ola de calor con temperaturas extremas afectará a gran parte del país, mientras que lluvias torrenciales, con riesgo de inundaciones y deslaves, se pronostican para el sur y sureste.
Para este lunes 2 de junio de 2025, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha emitido un pronóstico que advierte sobre condiciones climáticas extremas y simultáneas en diversas regiones de México. El país experimentará una combinación crítica de una nueva ola de calor y lluvias significativas, lo que genera riesgos de inundaciones, deslaves y un posible incremento en los niveles de ríos, mientras la sequía persiste en otras zonas.
Ola de Calor: Temperaturas Superiores a 40°C
Una nueva ola de calor impactará a estados como Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Durango, Zacatecas, San Luis Potosí, Aguascalientes, Sinaloa, Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero y Oaxaca. Se esperan temperaturas máximas de 40 a 45 °C en Sonora, Chihuahua, Coahuila, Tamaulipas, San Luis Potosí, Durango, Sinaloa, Guerrero, Tabasco, Campeche y Yucatán. En Tabasco, por ejemplo, se pronostica una temperatura máxima de 36 grados centígrados.
Además, temperaturas de 35 a 40 °C se esperan en Baja California, Baja California Sur, Nuevo León, Zacatecas, Guanajuato, Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán, Morelos, Puebla, Oaxaca, Chiapas, Querétaro, Hidalgo, Veracruz y Quintana Roo. Aguascalientes y el suroeste del Estado de México registrarán entre 30 y 35 °C.
Lluvias Intensas y Riesgos Asociados
Paralelamente a la ola de calor, se pronostican lluvias muy fuertes a intensas en Oaxaca, Chiapas y Yucatán, con acumulaciones de 75 a 150 mm. Lluvias fuertes a muy fuertes (50 a 75 mm) se esperan en Michoacán, Guerrero, Estado de México, Morelos, Puebla, Veracruz, Tabasco, Campeche y Quintana Roo.
Estas precipitaciones vendrán acompañadas de descargas eléctricas, fuertes rachas de viento y posible caída de granizo. El riesgo de encharcamientos, inundaciones y deslaves en zonas bajas es alto, así como el incremento en los niveles de ríos y arroyos. Las lluvias previas del domingo ya causaron encharcamientos e inundaciones en el Estado de México y complicaciones en Veracruz.
Impacto y Desafíos para la Gestión de Riesgos
La combinación de estos fenómenos meteorológicos extremos no es solo un problema puntual, sino una manifestación de la creciente vulnerabilidad de México ante el cambio climático. Las altas temperaturas afectan la salud pública (golpes de calor, deshidratación) y sectores económicos como la agricultura (pérdida de cultivos, estrés hídrico). Las inundaciones y deslaves, por su parte, desplazan poblaciones, destruyen viviendas y afectan la infraestructura de transporte y servicios básicos.
Este escenario agrava las desigualdades sociales, ya que las comunidades más pobres suelen ser las más expuestas y con menos recursos para recuperarse. La gestión del agua se convierte en un tema central, no solo por la escasez en algunas zonas, sino por el riesgo de contaminación y la necesidad de sistemas de drenaje y captación eficientes para mitigar los efectos de las lluvias extremas.
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