La alegría que caracteriza las festividades decembrinas se convirtió en tragedia para una familia en la ciudad de Lerdo, Durango, luego de que un niño un año y diez meses falleció ahogado en una alberca, donde su padre realiza los trabajos de limpieza previo a las celebraciones navideñas.
Un descuido que terminó en tragedia previo a Navidad
El accidente ocurrió el lunes 23 de diciembre en una quinta conocida como “Chalio”, ubicada sobre la avenida Juárez. De acuerdo con los reportes oficiales, el pequeño Luis “N” estaba bajo el cuidado de su padre, quien era trabajador del local y donde ese día realizaba los trabajos de limpieza para las celebraciones de Nochebuena y Navidad.
Mientras el padre realizaba sus labores, el menor, en un momento de descuido, cayó a la alberca sin que nadie se percatara de inmediato. Al notar su ausencia, el hombre empezó con la búsqueda y fue cuando lo encontró flotando en el agua, con desesperación, lo sacó y lo trasladó de inmediato a las instalaciones de la Cruz Roja de Lerdo.
Intento desesperado por salvarlo
A pesar de la rápida acción del padre al llevar al niño a la Cruz Roja, los esfuerzos no fueron suficientes. Al llegar al hospital, los médicos en turno confirmaron que el menor ya no tenía signos vitales.
El personal médico informó de inmediato a las autoridades correspondientes, quienes ordenaron el traslado del cuerpo al Servicio Médico Forense (SEMEFO) para llevar a cabo la necropsia de ley.
¿Cuál fue la causa del fallecimiento del niño?
Las autoridades confirmaron que el pequeño perdió la vida por sumersión, una causa que podría haberse evitado con una vigilancia constante. Este trágico suceso ha encendido nuevamente las alarmas sobre los peligros que representan las albercas y cuerpos de agua para los menores de edad.
Muerte de menores por ahogamiento, en aumento
La tragedia en Lerdo no es un caso aislado. Durante las vacaciones y celebraciones, los accidentes por ahogamiento suelen aumentar, principalmente entre menores de edad. Las autoridades han hecho un llamado a los padres para extremar precauciones cuando haya cuerpos de agua cerca de los niños.
Tan solo en las vacaciones pasadas, Durango registró varios casos de menores fallecidos por ahogamiento. Un niño de 5 años murió ahogado en un curso de verano, un menor de 11 años cayó a una piscina por accidente y uno más falleció en su fiesta de cumpleaños.
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