El pasado miércoles, una mujer en labor de parto tuvo que dar a luz en los baños del Hospital General de Zona Número 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en San Luis Potosí, tras haber esperado durante cuatro horas sin recibir atención médica. Este trágico suceso ha generado una gran indignación en la comunidad, con usuarios en redes sociales denunciando un historial de maltrato y violencia obstétrica hacia las mujeres embarazadas en esta clínica.
La espera que terminó en tragedia: cuatro horas sin atención
La tarde del miércoles, la mujer acudió al hospital del IMSS presentando signos claros de labor de parto. Pese a ello, tuvo que esperar cuatro horas sin ser atendida por el personal médico. Finalmente, la situación se tornó insostenible, y ante la falta de apoyo, la mujer entró en labor de parto en los baños del hospital. Esta situación fue captada por personas presentes en el lugar y difundida en redes sociales, generando indignación y tristeza entre los usuarios.
No es la primera vez que se reporta un incidente similar en este hospital. En diciembre de 2023, otra mujer también se vio obligada a dar a luz en los sanitarios del mismo hospital después de experimentar contracciones severas y enfrentar una espera prolongada sin atención médica. Ambos casos han despertado una creciente preocupación por la atención que el IMSS brinda a mujeres en situación de vulnerabilidad.
¿Negligencia o falta de recursos? Testimonios de violencia obstétrica
Este suceso ha abierto un amplio debate sobre la calidad de atención médica y las denuncias de violencia obstétrica en el IMSS. Usuarios de redes sociales han compartido experiencias similares, señalando que esta situación refleja un problema de fondo en la atención a mujeres embarazadas en esta clínica. Uno de los testimonios en redes mencionó: “Ese hospital es horrible, terrible experiencia dos veces ahí. La violencia obstétrica es horrible, con doctores y enfermeras que no tienen el mínimo tacto con las pacientes.”
Para muchos, estos comentarios reflejan una situación sistemática en la que la falta de empatía y recursos en los servicios de salud públicos afectan principalmente a mujeres en situación de parto. La violencia obstétrica, que incluye desde la falta de atención hasta el maltrato verbal y la falta de consentimiento informado, se ha convertido en un tema de preocupación en México, y este incidente en San Luis Potosí es un doloroso recordatorio de ello.
Reacción del IMSS ante la situación: silencio e incertidumbre
Hasta el momento, la Delegación Estatal del IMSS, liderada por Cristina Rodríguez Nester, no ha emitido ninguna declaración oficial sobre el incidente ni sobre el estado de salud de la madre y el bebé. Tampoco se ha dado a conocer información sobre las razones por las cuales la mujer no fue atendida oportunamente o si se implementarán medidas para evitar futuros casos de negligencia en el hospital.
El silencio de la institución ha generado aún más molestia entre la población, quienes demandan transparencia y acciones que garanticen una atención digna y respetuosa para todas las mujeres embarazadas. Las familias, los ciudadanos y colectivos de derechos humanos esperan que el IMSS no solo tome medidas al respecto, sino que también ofrezca una disculpa y apoyo a las afectadas.
La voz de la comunidad: redes sociales como plataforma de denuncia
Las redes sociales han jugado un papel fundamental en dar visibilidad a este caso. Usuarios de plataformas como Twitter y Facebook han denunciado las condiciones del IMSS y exigido justicia para la madre afectada, compartiendo sus experiencias y pidiendo un cambio en la forma en que el hospital aborda la atención obstétrica.
Este caso se suma a una larga lista de denuncias de negligencia en instituciones de salud en México, y ha motivado a más personas a compartir sus historias de mala atención en hospitales públicos. A través de sus testimonios, los usuarios buscan presionar a las autoridades para que implementen mejoras en la calidad de los servicios médicos en el país.
Hacia una atención digna y respetuosa para mujeres embarazadas
Casos como este ponen en evidencia la necesidad urgente de garantizar una atención médica adecuada y humana para las mujeres en México, especialmente durante el embarazo y el parto. La violencia obstétrica no solo afecta la salud física de la madre y el bebé, sino también su bienestar emocional y psicológico.
Organizaciones de derechos humanos y colectivos de mujeres han reiterado que la negligencia y el maltrato obstétrico deben ser erradicados de los servicios de salud, y que es fundamental que los hospitales del país cuenten con protocolos y recursos que garanticen el respeto y la dignidad de las mujeres embarazadas. La sociedad y los medios de comunicación estarán atentos a las acciones que el IMSS decida implementar para evitar que casos como este vuelvan a repetirse.
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