Pascual Quintero Carrillo, comandante de la Policía de Investigación (PDI) especializado en narcomenudeo en la Ciudad de México, falleció el 26 de diciembre de 2024, a los 56 años. Quintero, quien lideraba la lucha contra el tráfico de drogas en zonas críticas de la capital, sufrió un accidente durante un operativo en noviembre, apenas dos semanas después de asumir su puesto.
El trágico evento ocurrió en la alcaldía Gustavo A. Madero, donde, en plena persecución de un presunto narcomenudista, el comandante resbaló y cayó desde un segundo piso, resultando gravemente herido. Tras un mes hospitalizado, su muerte ha generado reacciones diversas, tanto de duelo como de controversia.
Un mes de lucha en el hospital
Desde su accidente, Quintero permaneció bajo tratamiento médico intensivo. Durante semanas, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México no dio detalles sobre su estado, lo que generó especulaciones. Fue hasta su fallecimiento que la dependencia emitió una esquela oficial lamentando su pérdida, calificándolo como un servidor público comprometido.
Entre el heroísmo y la controversia
La trayectoria de Quintero Carrillo no estuvo exenta de polémica. Antes de su nombramiento, el periodista Carlos Jiménez publicó que el comandante había sido acusado de presuntamente cobrar cuotas a narcomenudistas en las alcaldías Venustiano Carranza, Iztapalapa y Gustavo A. Madero. Estas denuncias nunca fueron aclaradas públicamente, pero marcaron una sombra en su carrera.
Jiménez también señaló que otros elementos cercanos al comandante, supuestamente integrados a su equipo, habían protagonizado incidentes cuestionables, como chocar una patrulla bajo los efectos del alcohol y estar implicados en presuntos actos de corrupción relacionados con el cobro de “rentas” a traficantes.
La lucha contra el narcomenudeo: un terreno complejo
El fallecimiento de Quintero evidencia las dificultades que enfrentan las autoridades al combatir el narcomenudeo en la Ciudad de México. Este problema no solo implica enfrentamientos físicos, sino también una lucha constante contra la corrupción interna y los intereses criminales.
Legado de Pascual Quintero
Aunque rodeado de controversias, Pascual Quintero representaba un esfuerzo por atacar uno de los principales problemas que aquejan a la capital: la venta de drogas a pequeña escala. Su accidente y posterior fallecimiento subrayan los riesgos que enfrentan los policías en operativos de alto impacto.
Para la Fiscalía de la Ciudad de México, su pérdida significa un duro golpe en la lucha contra el narcomenudeo. Sin embargo, también abre el debate sobre la transparencia, las estrategias de combate al crimen y la necesidad de reforzar la supervisión en las corporaciones policiales.
Entre la tragedia y la necesidad de justicia
El caso de Quintero es un recordatorio de la fragilidad del sistema de seguridad y justicia en México. Su muerte genera preguntas sobre el manejo de la lucha contra el narcotráfico y la necesidad de erradicar la corrupción en las instituciones encargadas de proteger a la ciudadanía.
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