El panorama para México en 2025 se vislumbra complicado. Por un lado, Donald Trump, de regreso en la Casa Blanca, promete cerrar fronteras, deportar migrantes y revisar a fondo el TMEC. Por otro lado, en Canadá, el rechazo hacia México crece debido a las inversiones chinas y el impacto en sectores como el automotriz y textil.
Ambos escenarios amenazan la estabilidad económica de México, su papel en el comercio regional y la seguridad de millones de migrantes. La pregunta es: ¿está lista la administración de Claudia Sheinbaum para enfrentar estas crisis simultáneas?
El regreso de Trump: migración, aranceles y narcotráfico
La vuelta de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos representa un tsunami político para México. Entre sus amenazas destacan:
- Deportaciones masivas: Con un enfoque endurecido hacia los migrantes mexicanos, Trump planea cerrar fronteras y reforzar políticas migratorias.
- Aranceles y proteccionismo: Revivir la guerra comercial podría afectar industrias clave como la automotriz y agrícola.
- Operativos contra el narcotráfico: La amenaza de clasificar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas podría derivar en intervenciones militares en territorio mexicano.
Estos retos pondrán a prueba la capacidad del gobierno de Sheinbaum y su canciller, Marcelo Ebrard, para mantener el equilibrio diplomático y proteger los intereses nacionales.
Canadá y el creciente rechazo hacia México
Mientras Trump endurece su postura, Canadá enfrenta presiones internas para replantear su relación con México. Provincias como Ontario y Alberta han expresado su deseo de un acuerdo comercial exclusivo con Estados Unidos, excluyendo a México por:
- Inversiones chinas: La entrada masiva de capital chino en México, especialmente en los sectores automotriz y tecnológico, ha generado tensiones con Canadá.
- Competencia desleal: Productos textiles, calzado y tecnología procedentes de China están desplazando a la industria canadiense en el mercado mexicano.
Este clima de hostilidad podría poner en jaque el TMEC, un acuerdo que ha sido vital para las tres naciones desde 1994.
Estrategia de Sheinbaum: ¿sangre fría o falta de preparación?
Hasta ahora, las declaraciones de Claudia Sheinbaum han sido tranquilizadoras, pero carecen de una estrategia clara frente a los escenarios adversos:
- Migración: La presidenta asegura que se respetarán los derechos humanos de los mexicanos en el extranjero, pero no ha detallado cómo protegerá a los millones de migrantes que podrían ser deportados.
- Diplomacia comercial: Aunque Ebrard ha prometido «sangre fría e inteligencia» para negociar con Trump, no se ha presentado un plan concreto para defender el TMEC y las exportaciones mexicanas.
- Relación con Canadá: No hay claridad sobre cómo se abordará el creciente rechazo en Canadá hacia México.
La falta de una red de cabilderos, empresarios y diplomáticos para contrarrestar estas amenazas podría costarle caro a México.
Impacto en la economía y la estabilidad nacional
Las tensiones con Estados Unidos y Canadá no solo amenazan el comercio, sino también la estabilidad interna de México:
- Migrantes en riesgo: Millones de familias mexicanas podrían perder sus ingresos debido a deportaciones masivas.
- Industria afectada: Sectores como el automotriz, agrícola y textil enfrentarían dificultades ante la imposición de aranceles.
- Pérdida del TMEC: Una ruptura del acuerdo afectaría gravemente las exportaciones, que representan más del 80% del comercio total de México.
¿Qué puede hacer México?
Para enfrentar esta compleja situación, el gobierno de Claudia Sheinbaum necesita implementar una estrategia sólida:
- Fortalecer el cabildeo en Washington y Ottawa: Crear alianzas con legisladores, gobernadores y empresarios para defender los intereses mexicanos.
- Diversificar mercados: Reducir la dependencia del TMEC fomentando relaciones comerciales con Asia, Europa y América Latina.
- Proteger a los migrantes: Garantizar el acceso a consulados, servicios legales y apoyo humanitario en caso de deportaciones masivas.
- Negociar con Canadá: Establecer mesas de diálogo para abordar preocupaciones sobre las inversiones chinas y promover una cooperación más estrecha.
Un llamado a la unidad nacional
Mientras el gobierno federal enfrenta estas amenazas externas, es vital evitar divisiones internas que debiliten a México. Las tensiones entre Sheinbaum y gobernadores como Enrique Alfaro en Jalisco, o los enfrentamientos políticos con la oposición, solo complican el panorama.
México necesita una estrategia unificada, basada en el diálogo y la colaboración, para enfrentar lo que podría ser una de las mayores crisis diplomáticas y comerciales de los últimos años.
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