El cierre de año siempre nos invita a hacer un balance de lo realizado y a plantearnos nuevos propósitos. Es un momento ideal para evaluar qué funcionó, qué no y cómo podemos mejorar.
En México, esta reflexión aplica tanto a nivel individual como colectivo. Necesitamos menos críticas destructivas y más acciones concretas que nos permitan avanzar como país. Desde el ámbito político, con una oposición poco efectiva, hasta el terreno social y deportivo, donde la disciplina sigue siendo el factor diferenciador.
En palabras simples: México merece más. Merecemos seguridad, hospitales de calidad, éxito internacional y un lugar en los primeros puestos del mundo. Pero, para lograrlo, debemos empezar por cambiar nuestra mentalidad.
La oposición en México: el fracaso de la crítica sin acción
1. Críticas sin propuestas: el gran error
Uno de los problemas más evidentes de la oposición en México es que se pierde en críticas absurdas y estériles. Los señalamientos a la presidenta Claudia Sheinbaum, por ejemplo, muchas veces parecen infantiles y carentes de sustento.
Mientras la presidenta toma decisiones basadas en datos y con un estilo de liderazgo firme y ordenado, la oposición sigue:
- Repitiendo discursos vacíos.
- Apoyando liderazgos cuestionados, como Jorge Romero del PAN, señalado en casos de corrupción como el cártel inmobiliario.
- Careciendo de congruencia entre sus palabras y acciones.
2. La congruencia como base del cambio
El verdadero cambio en la política mexicana no vendrá de críticas sin propuesta, sino de una oposición que:
- Actúe con congruencia y ética.
- Se enfoque en soluciones reales.
- Tenga la disciplina para trabajar en equipo, como lo hace el actual gobierno.
La disciplina: el factor clave para el éxito de un país
1. El ejemplo del fútbol: Italia vs. México
¿Por qué Italia, un país de tamaño similar al estado de Chihuahua, ha ganado cuatro Copas del Mundo, mientras México sigue soñando con el quinto partido? La respuesta es simple: disciplina y formación desde la base.
En México, el fútbol refleja un problema más profundo:
- Falta de estructura y constancia en los procesos.
- Una mentalidad que se rinde fácilmente ante los desafíos.
- Escasa inversión en la formación de talento a largo plazo.
2. La disciplina aplicada a la sociedad
Si queremos que México alcance su potencial, debemos aplicar la disciplina en todos los aspectos de nuestra vida:
- Educación: Formar estudiantes responsables y competitivos.
- Salud pública: Exigir hospitales de calidad y programas eficientes.
- Seguridad: Construir instituciones sólidas y confiables.
Solo con disciplina y orden podremos lograr un país con estándares de primer mundo, como hospitales comparables a los de Dinamarca.
Cambiemos la mentalidad: menos críticas y más acción
1. Reflexión personal y colectiva
Es fácil señalar lo que está mal en otros, pero el verdadero cambio comienza con autocrítica. En lugar de enfocarnos en lo negativo, preguntémonos:
- ¿Qué estoy haciendo yo para mejorar mi entorno?
- ¿Cómo puedo ser más disciplinado en mi vida diaria?
2. Ocupémonos más y preocupémonos menos
La clave para un México mejor está en:
- Abandonar las críticas destructivas y sustituirlas por acciones constructivas.
- Reconocer lo que sí está funcionando y buscar formas de mejorarlo.
- Adoptar una mentalidad de trabajo en equipo y esfuerzo constante.
Un futuro prometedor: México puede y merece más
México es un país con grandeza, y sus ciudadanos merecen un futuro en el que:
- La seguridad pública esté a la altura de las mejores naciones.
- Los hospitales públicos brinden atención de primer nivel, como en Dinamarca.
- El desarrollo económico y social coloque al país entre los líderes mundiales.
Para lograrlo, necesitamos:
- Liderazgos éticos y disciplinados en todos los niveles.
- Ciudadanos comprometidos con el cambio desde sus trincheras.
- Menos críticas vacías y más trabajo coordinado.
Conclusión: Reflexiones y propósitos para un mejor México
Al cerrar el año, hagamos un alto para reflexionar: ¿qué queremos para nuestro país y cómo podemos lograrlo? La respuesta está en adoptar disciplina, cambiar nuestra mentalidad y trabajar en equipo para construir el México que merecemos.
Dejemos atrás las críticas sin sustento, el conformismo y la apatía. México tiene el potencial de ser grande, pero necesita de cada uno de nosotros para lograrlo.
“Ocupémonos más, preocupémonos menos y trabajemos con disciplina. México merece lo mejor.”
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