El Mercado Sonora, uno de los puntos más emblemáticos y tradicionales de la Ciudad de México, ha sido históricamente conocido no solo por su diversidad de productos y mercancías, sino también por ser un centro de comercio ilegal de animales exóticos. A pesar de las numerosas alertas, operativos y medidas implementadas por las autoridades, la venta de especies protegidas y en peligro de extinción continúa siendo una realidad a plena luz del día. Este artículo se adentra en la historia de este mercado, la lucha contra el tráfico de fauna, y las consecuencias del comercio ilegal de animales en la capital.
El origen de la venta ilegal en el Mercado Sonora
Inaugurado en 1957, el Mercado Sonora rápidamente se posicionó como uno de los lugares predilectos para la compra de animales vivos. Inicialmente, los pasillos del mercado se llenaron de aves de corral, pero con el paso de los años, el comercio ilegal se diversificó, incluyendo especies exóticas y animales en peligro de extinción. Este cambio se vio reflejado en la expansión de los locales que ofrecían felinos, reptiles, primates y otras especies que no solo están prohibidas por la ley, sino que también son objeto de tráfico en mercados internacionales.
La situación actual: ¿Por qué persiste el comercio ilegal?
A pesar de la prohibición y los esfuerzos por erradicar el comercio ilegal, el Mercado Sonora sigue siendo un epicentro del tráfico de fauna. Los animales son vendidos en condiciones deplorables: enjaulados, hacinados y sin acceso a la alimentación ni atención médica. Lo más alarmante es que muchos de estos animales son adquiridos para ser sacrificados en rituales religiosos o como mascotas exóticas, lo que pone en riesgo su bienestar y, en muchos casos, su supervivencia.
Las autoridades han realizado múltiples operativos en los últimos años, pero la persistencia del mercado en este tipo de prácticas ilegales demuestra que las medidas tomadas hasta ahora no han sido suficientes. Los comerciantes continúan aprovechando las grietas en las leyes locales y federales, eludiendo la regulación con facilidad y operando en la clandestinidad.
El operativo de 2021: Un vistazo a la situación
En noviembre de 2021, un incendio en el Mercado Sonora reveló la situación caótica que se vive al interior del mercado. El gobierno de la Ciudad de México, tras este incidente, prometió terminar con la venta ilegal de animales y dio un plazo de nueve meses para que los locatarios cambiaran de giro comercial. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, la realidad es que el mercado sigue siendo un lugar donde los animales exóticos y en peligro de extinción son vendidos de forma ilegal, sin que se tomen medidas contundentes para evitarlo.
Impacto del tráfico ilegal de animales en la biodiversidad
El tráfico ilegal de animales es una de las principales amenazas a la biodiversidad global. Según la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), miles de especies animales y vegetales son extraídas de su hábitat natural cada año, para ser comercializadas de forma ilegal. En el caso del Mercado Sonora, especies como los pericos, monos y lagartos son constantemente ofrecidas, lo que agrava aún más el daño a los ecosistemas y pone en riesgo la supervivencia de estas especies.
La postura de la ciudadanía y los activistas
La ciudadanía y las organizaciones defensoras de los derechos animales continúan denunciando la situación. Las redes sociales se han convertido en una plataforma importante para visibilizar la venta ilegal de fauna en el Mercado Sonora, ya que los internautas han sido clave en la denuncia de estos hechos. Sin embargo, la falta de una respuesta firme y la falta de medidas eficaces por parte de las autoridades siguen siendo un tema de controversia.
El futuro del Mercado Sonora: ¿Qué medidas se deben tomar?
El futuro del Mercado Sonora es incierto. Si bien existen medidas que han sido tomadas por las autoridades locales, como operativos de seguridad y el fortalecimiento de las leyes contra el tráfico de animales, la resistencia del mercado a dejar este comercio ilegal pone en evidencia que aún queda mucho por hacer. Se necesita una cooperación más estrecha entre las autoridades, las organizaciones no gubernamentales y la ciudadanía para erradicar este negocio ilegal y proteger a las especies en peligro de extinción.
Es imperativo que las autoridades implementen sanciones más severas para los comerciantes que participen en el tráfico ilegal de fauna, además de establecer mecanismos de monitoreo y control más eficientes. La colaboración con organizaciones internacionales también podría ser una estrategia eficaz para prevenir el tráfico de especies fuera de las fronteras de México
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