El cielo de Michoacán y el Estado de México comienza a teñirse de naranja y negro. Este 4 de noviembre, los primeros reportes confirmaron la llegada de las mariposas monarca a los bosques de oyamel, tras una travesía de más de 4 mil kilómetros desde Canadá, cruzando Estados Unidos hasta alcanzar su refugio invernal en México.
Pero este año, la migración tiene un matiz histórico: por primera vez, las mariposas viajan equipadas con microchips solares que permiten rastrear su recorrido completo. El avance forma parte del Proyecto Colaboración Monarca, una iniciativa trinacional liderada por el especialista David La Puma, exdirector del Observatorio de Aves Cape May y actual líder de Desarrollo de Mercados Globales de Cellular Tracking Technologies (CTT).
Una migración de precisión tecnológica
Cada mariposa lleva adherido un diminuto dispositivo en su tórax, que pesa apenas 60 miligramos y mide entre cinco y ocho centímetros. Estos microchips funcionan con energía solar y tecnología Bluetooth, lo que permite localizarlas en tiempo real mediante sistemas de monitoreo como las torres Motus y las estaciones Terra.
El objetivo es claro: comprender mejor los patrones de migración, las rutas de descanso y los riesgos que enfrentan durante su travesía. Esta información será clave para diseñar políticas de conservación más efectivas ante los efectos del cambio climático y la pérdida de hábitat.
Un viaje de más de 4 mil kilómetros
La historia de esta migración es una de las más asombrosas del reino animal. Millones de mariposas monarca emprenden un recorrido que abarca Canadá, Estados Unidos y México. En su trayecto, enfrentan tormentas, depredadores y la constante reducción de los bosques que solían ofrecerles refugio.
Gracias a la nueva tecnología, los científicos ahora pueden seguir con precisión los desplazamientos de cada ejemplar, sus pausas de descanso y los puntos críticos donde enfrentan amenazas. Este avance promete revolucionar el estudio de una de las migraciones más impresionantes del planeta.
La primera monarca rastreada llega a México
Rocío Treviño, coordinadora del Programa Correo Azul, informó que la primera mariposa monarca hembra equipada con un transmisor satelital cruzó la frontera mexicana por Coahuila hace unas semanas.
“Tras 37 días y dos mil 362 kilómetros recorridos, el ejemplar denominado LPM021 llegó a nuestro país luego de ser liberado el 13 de septiembre en Long Point, Ontario, Canadá. Fue detectado el 19 de octubre a las 16:53 horas cerca de La Presa de la Amistad, en Ciudad Acuña, Coahuila”, explicó Treviño.
Cada etiqueta ultraligera de radiofrecuencia utilizada en el proyecto cuesta alrededor de 175 dólares, además del plan de datos necesario para la transmisión en tiempo real, según informó Cellular Tracking Technologies.
Un fenómeno natural protegido por la UNESCO
Durante el invierno, las mariposas monarca se agrupan en la Reserva de la Biósfera Mariposa Monarca, reconocida por la UNESCO como Patrimonio Mundial Natural desde 2008. Este santuario natural se extiende entre los estados de Michoacán y Estado de México, y protege bosques de oyamel, pino y cedro situados a más de 3 mil metros sobre el nivel del mar.
Cada año, millones de visitantes acuden a admirar este espectáculo natural que combina belleza, ciencia y tradición. Dentro de la reserva, destacan los principales santuarios abiertos al público:
- El Rosario, en Michoacán
- Sierra Chincua, en Michoacán
- Piedra Herrada, en Estado de México
- El Capulín, en Estado de México
Un futuro más seguro para las mariposas
El Proyecto Colaboración Monarca representa un esfuerzo conjunto entre México, Estados Unidos y Canadá por preservar este fenómeno migratorio único. La combinación de ciencia, tecnología y cooperación internacional abre una nueva etapa en la protección de la especie.
Las mariposas monarca no solo simbolizan el cambio estacional, sino también la esperanza de que la unión de países y científicos pueda garantizar que este viaje milenario continúe cada año sobre los cielos de México.
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