El mar territorial es más que una extensión de agua; es un espacio donde los estados ribereños ejercen soberanía plena, explotando sus riquezas naturales como el petróleo, la pesca y el turismo. En el caso de México, representa no solo una fuente económica vital, sino también un elemento central de su identidad y autonomía.
A través de la historia, el concepto del mar territorial ha evolucionado, y México ha sido un actor destacado en su definición jurídica. Esta es la historia de cómo el país ha defendido su espacio marítimo y los retos que enfrenta para aprovecharlo plenamente.
Un largo camino hacia la soberanía marítima
Tras la Segunda Guerra Mundial, las naciones americanas se unieron para establecer una zona marítima que garantizara su protección y aprovechamiento económico. La “Declaración de Panamá” de 1945 marcó un hito, proponiendo una zona de 300 millas náuticas. Sin embargo, alcanzar un consenso global sobre la anchura del mar territorial fue una tarea ardua.
Fue hasta 1958, en la primera conferencia de la ONU sobre el Derecho del Mar, que se inició el proceso para definir la anchura de esta franja marítima. México, bajo la voz de líderes como Alfonso García Robles, desempeñó un papel crucial en estos debates, abogando por una solución que equilibrara soberanía y cooperación internacional.
La postura de México: una voz firme en el derecho internacional
La visión de México quedó reflejada en la propuesta de un límite de 12 millas náuticas para el mar territorial. Este límite, codificado en la primera conferencia de la ONU, asegura que los estados ribereños puedan ejercer derechos exclusivos sobre la explotación de recursos naturales, tanto en la pesca como en el subsuelo marino.
México no solo defendió su mar territorial, sino que lideró el camino hacia la consolidación de la Zona Económica Exclusiva (ZEE), que se extiende hasta 200 millas náuticas. Este espacio duplica la soberanía marítima del país, alcanzando 5.1 millones de kilómetros cuadrados.
Importancia económica del mar territorial mexicano
El mar territorial es una fuente de riqueza para México, que se refleja en tres sectores clave:
- Pesca:
- México aprovecha los recursos pesqueros dentro de sus límites soberanos para sustentar a miles de familias y generar ingresos por exportaciones.
- Los recursos como camarón, atún y sardina son esenciales para la economía.
- Petróleo y gas natural:
- El subsuelo marino contiene vastas reservas de hidrocarburos que sustentan gran parte de la economía nacional.
- La exploración en el Golfo de México es clave para la seguridad energética del país.
- Turismo:
- Las costas mexicanas son famosas por sus playas y biodiversidad, atrayendo millones de turistas cada año.
- La protección del mar territorial también garantiza la conservación de ecosistemas únicos.
Retos actuales y futuros del mar territorial
Aunque México ha avanzado mucho en la defensa de su mar territorial, enfrenta desafíos significativos:
- Pesca ilegal: La sobreexplotación y actividades no reguladas ponen en riesgo los recursos pesqueros.
- Cambio climático: El aumento del nivel del mar y la destrucción de ecosistemas marinos afectan la sostenibilidad de las actividades económicas.
- Explotación de recursos: Lograr un equilibrio entre la explotación económica y la protección ambiental es una prioridad urgente.
México, un líder en la defensa marítima
La consolidación del mar territorial y la Zona Económica Exclusiva han sido logros fundamentales para México, asegurando su soberanía y recursos naturales. Sin embargo, el futuro dependerá de cómo el país gestione estos espacios frente a los desafíos globales.
El legado de líderes como Alfonso García Robles nos recuerda que la defensa de los mares no es solo una cuestión de derecho internacional, sino de visión, estrategia y compromiso con las generaciones futuras.
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