México ha sido señalado por diversos organismos internacionales como un punto clave en el tráfico de fentanilo, una droga sintética que está causando estragos en otros países. Sin embargo, el secretario de Salud de México, David Kershenobich, salió al paso de las alarmas y negó que exista un problema de adicción generalizada por fentanilo en el país, al menos no en las proporciones que se observan en otras naciones.
En esta nota, desglosamos su postura y la situación actual sobre el consumo de esta peligrosa sustancia en México.
La postura de Kershenobich sobre el fentanilo en México
En conferencia de prensa, David Kershenobich señaló que el consumo de fentanilo en México aún no alcanza las alarmantes cifras que se observan en Estados Unidos y Canadá, donde las muertes por sobredosis de opioides sintéticos son una crisis sanitaria.
El secretario indicó que en México, el consumo de fentanilo no está generalizado y que las muertes por esta droga no son tan comunes como en otros países. En su intervención, mencionó que el fentanilo es utilizado en circunstancias muy específicas, principalmente en tratamientos para pacientes con neoplasias, bajo una estricta supervisión médica.
A pesar de estas declaraciones, Kershenobich también reconoció que, en general, los opioides sintéticos como el fentanilo pueden producir una adicción severa con una sola dosis. Es este poder adictivo lo que ha generado gran preocupación en otros países. Sin embargo, el secretario insistió en que el problema no es tan grave en México, y que las políticas públicas han logrado mantener el control sobre la prescripción de medicamentos opioides a través de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
El crecimiento del consumo de metanfetaminas en México
Aunque el fentanilo no parece ser el principal problema de adicción en México, Kershenobich presentó estadísticas preocupantes sobre otro tipo de drogas: las metanfetaminas. Según los datos proporcionados, el consumo de esta droga ha experimentado un incremento considerable. En el segundo semestre de 2023, la proporción de consumidores que acudieron a los Centros de Integración Juvenil para tratamiento aumentó del 27% al 34%.
Este aumento no solo refleja una mayor demanda de tratamiento, sino también un cambio en los patrones de consumo de drogas en México, lo que indica que otros compuestos sintéticos están comenzando a ser más prevalentes. A pesar de esto, el secretario resaltó que este incremento no necesariamente implica un aumento generalizado en el consumo, ya que solo refleja a aquellos que buscan tratamiento y no a aquellos que no lo hacen.
Las políticas de control en México frente al fentanilo y sus precursores
El gobierno de México ha implementado varias medidas para combatir el contrabando de fentanilo y otros opioides sintéticos a través de sus fronteras. Una de las principales estrategias es el control y monitoreo de los precursores químicos utilizados para la producción de estas sustancias. La Cofepris, junto con las aduanas, realiza un seguimiento exhaustivo para evitar que estos productos lleguen al país.
A pesar de estos esfuerzos, los informes de medios de comunicación y testimonios de presuntos miembros de organizaciones criminales apuntan a que el tráfico de precursores sigue siendo un problema. Según estos relatos, los cárteles de la droga pagan grandes sumas de dinero a funcionarios corruptos para permitir que estos químicos ingresen sin ser detectados. Esta falta de control podría estar alimentando el creciente consumo de drogas en diversas regiones del país.
Los retos para México en la lucha contra las drogas y la cooperación internacional
A pesar de los esfuerzos por controlar el tráfico y consumo de fentanilo, las autoridades mexicanas enfrentan varios desafíos, especialmente en el ámbito de la cooperación internacional. La relación con Estados Unidos, un país que enfrenta una crisis de adicción por opioides, es clave en este asunto. Aunque México no enfrenta la misma magnitud del problema, el contrabando de fentanilo hacia el norte sigue siendo una preocupación importante para ambos países.
El gobierno mexicano ha afirmado que mantendrá una postura firme en defensa de la soberanía del país, mientras continúa la colaboración con las autoridades estadounidenses para controlar el tráfico de drogas. Este equilibrio entre la defensa de la soberanía y la cooperación internacional será crucial en los próximos años para abordar esta crisis sanitaria global.
Conclusión: ¿México está libre de una crisis por fentanilo?
Aunque el secretario de Salud de México, David Kershenobich, descarta que el país enfrente una crisis de adicción por fentanilo como en otros países, los datos sobre el aumento del consumo de metanfetaminas y la presencia de precursores químicos en el país no deben ser ignorados.
Si bien el consumo de fentanilo no ha alcanzado niveles preocupantes, las autoridades mexicanas deben mantenerse vigilantes y proactivas para evitar que esta situación cambie en el futuro.
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