En un hito histórico para la ciencia de México, Jorge L. Gálvez Vallejo, un científico originario de Tampico, Tamaulipas, se ha convertido en el primer mexicano en recibir el Premio Nobel de supercómputo, un galardón que reconoce logros excepcionales en el campo de la computación de alto rendimiento. Este premio se entregó en el marco de la Conferencia Internacional SC sobre Computación de Alto Rendimiento, Redes, Almacenamiento y Análisis celebrada en Atlanta, Georgia.
El trabajo de Gálvez, titulado «Rompiendo las barreras del millón de electrones y 1 EFLOP/s: dinámica molecular ab initio a escala biomolecular utilizando potenciales MP2», ha sido una revelación en el campo de la química cuántica y las simulaciones biomoleculares.
¿De qué trata su revolucionaria investigación?
El avance principal de la investigación de Gálvez radica en la simulación cuántica de sistemas biológicos. Utilizando una simulación cuántica de precisión, ha logrado hacer predicciones exactas sobre el comportamiento químico y las propiedades físicas de sistemas moleculares extremadamente complejos, como los que contienen cientos de miles de átomos.
Este logro abre la puerta a una nueva era en el diseño de medicamentos, proporcionando herramientas para la creación de tratamientos médicos más efectivos y personalizados.
A través de su trabajo, el investigador ha avanzado en la creación de fármacos de una manera más rápida, económica y eficiente. Las simulaciones cuánticas, por ejemplo, permiten estudiar las propiedades mecánicas cuánticas de los fármacos en sistemas biológicos reales, una capacidad que nunca antes había sido posible con tal precisión. Esto, a su vez, promete acelerar el descubrimiento de medicamentos para tratar enfermedades que antes eran difíciles de abordar.
¿Cómo logró Gálvez este reconocimiento mundial?
El proyecto que le valió este prestigioso reconocimiento se llevó a cabo con el uso de uno de los superordenadores más poderosos del mundo, llamado Frontier, ubicado en el Oak Ridge Leadership Computing Facility de Tennessee, Estados Unidos. Este superordenador opera en lo que se denomina exaescala, es decir, tiene la capacidad de realizar miles de millones de cálculos por segundo, permitiendo simulaciones complejas a una velocidad sin precedentes.
A través de este potente recurso, Gálvez y su equipo de investigadores lograron simular sistemas moleculares a una escala nunca antes alcanzada, alcanzando niveles de precisión que establecen un nuevo estándar en la química computacional. El software que crearon permite simular el comportamiento de los fármacos con una exactitud que rivaliza con los experimentos físicos.
Jorge L. Gálvez Vallejo: Un viaje académico y profesional
El camino de Jorge L. Gálvez comenzó en México, donde estudió química en la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), apoyado por una beca del Instituto Tamaulipeco de Becas, Estímulos y Créditos Educativos (ITABEC). Posteriormente, obtuvo su doctorado en Iowa State University, Estados Unidos. Su formación académica lo llevó a Australia, donde hoy se desempeña como investigador asociado en la Universidad Nacional Australiana.
Desde 2017, Gálvez ha publicado artículos académicos en revistas de renombre en campos como la física, la informática, y la química computacional. Además, ha desarrollado algoritmos y software para sistemas de exascala, trabajando en cálculos de exaescala que permiten el estudio de estructuras electrónicas a una escala masiva.
Impacto global y futuro de la investigación
El impacto de la investigación de Jorge L. Gálvez es profundo y prometedor. No solo ha cambiado la forma en que los científicos pueden simular el comportamiento de moléculas, sino que también ha proporcionado una nueva herramienta para acelerar la creación de fármacos. A medida que la tecnología de simulación cuántica se perfecciona, se abren nuevas posibilidades para enfrentar los desafíos médicos más difíciles, como enfermedades raras o complejas.
Durante su presentación en la conferencia, Gálvez destacó la importancia del trabajo en equipo y agradeció a las instituciones que apoyaron el proyecto, mencionando en particular la contribución de los estudiantes de doctorado, como Ryan Stocks, Elise Palethorpe, Fiona Yu y Calum Snowdon.
Conclusión: Un paso adelante para la ciencia mexicana
Con este histórico reconocimiento, Jorge L. Gálvez Vallejo no solo se posiciona como un líder mundial en el campo de la computación cuántica y la simulación biomolecular, sino también como un ejemplo de la excelencia científica mexicana. Su trabajo abre nuevas puertas en la medicina y la química computacional, y es una muestra más del potencial de los investigadores mexicanos en el ámbito global.
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