Vallarta señala que dos implicados en su detención se le acercaron el día de su liberación
Después de casi dos décadas privado de la libertad sin sentencia, Israel Vallarta fue liberado del penal de El Altiplano el pasado 1 de agosto de 2025. A su salida, aseguró haber reconocido a dos de los hombres que lo golpearon durante su detención en 2005, lo que interpretó como un mensaje directo. La escena, ocurrida frente a los medios, revive las sombras del polémico caso de secuestro que involucró a Vallarta y a su entonces pareja, Florence Cassez.
La liberación tras años sin sentencia ni pruebas concluyentes
Israel Vallarta fue acusado en 2005 de liderar la banda de secuestradores conocida como “Los Zodiaco”, además de portación de armas de uso exclusivo del Ejército. Sin embargo, nunca recibió una sentencia y pasó casi 20 años en prisión preventiva. El caso quedó marcado por el escandaloso montaje mediático organizado por Genaro García Luna, entonces titular de la Agencia Federal de Investigación (AFI), hoy condenado por narcotráfico en Estados Unidos.
A su salida del penal, Vallarta fue recibido por familiares, medios y simpatizantes. Durante una breve conversación con la prensa, expresó:
“Sabía que la verdad se iba a imponer”.
También prometió que más detalles sobre su detención saldrán a la luz, en alusión a los abusos cometidos durante su captura y posterior proceso judicial.
Dos rostros del pasado en su primer día de libertad
En un video difundido por el canal de YouTube Noticias con Meme Yamel, Israel Vallarta relató un inquietante episodio vivido al momento de abandonar el penal:
“Se me acercaron dos… uno con los brazos tatuados y otro. Son de los que en ese entonces me dieron en la madre”.
Aseguró que no recuerda sus nombres, pero reconoció perfectamente sus rostros, y no dudó en saludarlos:
“Le dije ‘hola’. No quise hacer un show. Hay un tiempo para todo”.
El episodio generó preocupación entre quienes han seguido el caso, pues revela que algunos actores del montaje de 2005 aún podrían estar activos o presentes en la vida pública o institucional del país.
“No tengo miedo, pero entendí el mensaje”
Pese a la tensión del momento, Israel Vallarta se mostró sereno y reflexivo:
“Sí entendí el mensaje, pero se dieron cuenta de que asustado no estoy”.
Agregó que si bien pensó en encarar directamente a los dos sujetos, prefirió actuar con inteligencia:
“No es de inteligentes picar el avispero. Hay que ser inteligentes”.
Estas declaraciones abren una nueva etapa en su historia, una que parece estar lejos de haber terminado, especialmente considerando las posibles revelaciones sobre el operativo que lo llevó a prisión, las personas involucradas y los intereses que podrían haber influido en su detención.
El caso Vallarta, una herida abierta en el sistema de justicia
El caso de Israel Vallarta ha sido uno de los más emblemáticos sobre los abusos del sistema judicial mexicano, las detenciones sin pruebas concluyentes y la utilización de montajes televisivos para legitimar operativos de seguridad.
A pesar del tiempo transcurrido, ni García Luna ni otros funcionarios directamente involucrados en la fabricación del caso han rendido cuentas ante la justicia mexicana por esta acción específica. La liberación de Vallarta reabre el debate sobre las detenciones arbitrarias, la presunción de inocencia, y la manipulación mediática de casos judiciales.
Una libertad con sabor a deuda pendiente
La libertad de Israel Vallarta no significa el cierre del caso. Al contrario, pone en el centro del debate las fallas estructurales del sistema de justicia en México y las huellas que dejan las detenciones sin sentencia. La aparición de dos de sus presuntos agresores el día de su liberación añade una capa más de tensión e incertidumbre a su historia.
Mientras Vallarta promete revelar más información, la sociedad mexicana observa con atención el desenlace de un caso que aún tiene mucho por esclarecer. La pregunta clave sigue en el aire: ¿habrá justicia para quienes fabricaron culpables?


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