El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha sido obligado a indemnizar a una menor y a su madre debido a una negligencia médica ocurrida en el Hospital Regional No. 46 de Jalisco. El Tribunal Colegiado ha fallado a favor de las afectadas, tras considerar que la atención brindada por el personal del IMSS no fue la adecuada y ocasionó graves secuelas en la salud de la niña.
El caso comenzó cuando una madre demandó al IMSS por los daños irreparables sufridos por su hija, quien recibió atención médica deficiente, lo que derivó en una serie de complicaciones. La niña sufrió una enfermedad intrahospitalaria y, además, no fue trasladada a otro hospital a tiempo, lo que empeoró su condición de salud. La falta de diligencia administrativa también fue un factor clave, ya que los traslados no fueron realizados de manera oportuna debido a la falta de ambulancias disponibles, lo que incrementó los riesgos para la menor.
La negligencia médica que dejó secuelas graves
El hospital no actuó con la urgencia necesaria, y, en vez de trasladar a la niña a una unidad de terapia intensiva, se le ingresó incorrectamente al área de urgencias, lo que impidió que recibiera la atención inmediata que requería. Según el médico tratante, la menor debería haber sido atendida en el área de terapia intensiva, lo que no ocurrió. Este descuido médico contribuyó a que la niña no fuera diagnosticada a tiempo, especialmente en relación a un error metabólico que no fue detectado.
En este contexto, la madre de la niña alegó que la enfermedad intrahospitalaria que sufrió su hija fue consecuencia directa de la falta de control sanitario en el hospital. Además, se señaló que el estudio de tamizaje que debía realizarse para detectar posibles enfermedades metabólicas no se llevó a cabo correctamente. A pesar de que el hospital reconoció que había sospechas del error metabólico, nunca se hizo el diagnóstico molecular necesario.
La responsabilidad patrimonial del Estado
El Tribunal Colegiado en Materia Administrativa de Zapopan, Jalisco dictaminó que el IMSS incurrió en irresponsabilidad patrimonial del Estado, al no proporcionar una atención médica adecuada a la menor. Este fallo estableció que, si bien no se probó que la enfermedad fue contraída dentro del hospital, sí se acreditó que la atención prestada fue negligente, lo que empeoró la condición de la niña.
Este es un precedente importante que resalta la responsabilidad de las instituciones de salud en México, particularmente en el IMSS, al brindar atención a pacientes. La falta de diligencia en la prevención y la atención médica son aspectos que deben ser corregidos para evitar que otros casos similares se repitan.
La importancia de la atención médica responsable
Como parte del fallo judicial, se ordenó que el IMSS indemnizara a la menor y a su madre por los daños causados. Sin embargo, aún se debe realizar el trámite de un índice de liquidación para determinar el monto exacto de la indemnización. En este proceso, se podrán presentar pruebas periciales que contribuyan a cuantificar los daños patrimoniales y emocionales sufridos por la familia.
Un caso de negligencia médica con implicaciones sociales
Este incidente no solo pone de manifiesto las deficiencias del IMSS en Jalisco, sino que también resalta la importancia de que las instituciones de salud sean responsables en la atención de pacientes, especialmente en situaciones críticas. La negligencia médica puede tener consecuencias devastadoras, no solo para la salud física de los pacientes, sino también para su bienestar emocional y su calidad de vida.
El caso subraya la necesidad de fortalecer los protocolos de atención en hospitales públicos y garantizar que los recursos médicos estén disponibles de manera oportuna para los pacientes. Además, es fundamental que las autoridades de salud se enfoquen en mejorar la gestión administrativa para evitar retrasos en los traslados y en la atención de emergencias.
Este fallo es un recordatorio de que las instituciones de salud deben rendir cuentas por la calidad de los servicios que brindan. La negligencia médica no solo afecta a la salud física de los pacientes, sino que también destruye proyectos de vida, como el de la madre y la hija en este caso. El IMSS y otras instituciones deben aprender de esta situación y garantizar que todos los mexicanos reciban atención médica de calidad y sin omisiones.
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