Iberdrola se despide de México: Cox compra por 4,200 mdd

Con 4,200 mdd, Cox se posiciona en el mercado eléctrico mexicano y lanza ambicioso plan de expansión con apoyo de la CFE.

Iberdrola se despide de México: Cox compra por 4,200 mdd
Iberdrola se despide de México: Cox compra por 4,200 mdd

La mañana de este jueves, Iberdrola anunció la venta de su negocio en México al conglomerado Cox Energy por 4,200 millones de dólares. La transacción marca una de las operaciones energéticas más relevantes en los últimos años, al incluir 18 plantas de generación eléctrica, contratos con más de 500 grandes clientes, y la integración de 800 trabajadores que hasta ahora formaban parte de Iberdrola México.

Esta venta ocurre en un momento clave para el sector energético nacional y deja ver un cambio de estrategia tanto de empresas extranjeras como del gobierno federal. Cox no solo absorbe las operaciones existentes, sino que asume un papel protagonista en la cadena de valor eléctrica del país, desde la generación hasta la comercialización.

Una operación de alto impacto: ¿qué incluye la venta?

El paquete adquirido por Cox comprende:

  • 18 plantas de generación eléctrica (gas, solar y eólica)
  • Contratos activos con grandes empresas
  • La mayor firma privada de suministro eléctrico en el país
  • Una participación del 25% en el mercado eléctrico privado nacional

Además, se suman proyectos en desarrollo que podrían ampliar aún más la capacidad de generación de la compañía. La venta se pactó por un valor equivalente a 6.5 veces el EBITDA estimado para 2025, con pagos adicionales sujetos al avance de los proyectos acordados.

Plan de expansión: inversión por 10,700 mdd y alianza con la CFE

Cox Energy no solo compró activos, sino que también presentó un ambicioso plan de inversión por 10,700 millones de dólares entre 2025 y 2030, que incluye:

  • 4,600 mdd en nuevas plantas eléctricas
  • Hasta 1,700 mdd en infraestructura hídrica
  • Coinversión con la Comisión Federal de Electricidad (CFE)

Esta alianza busca fortalecer el suministro eléctrico nacional y contribuir al desarrollo regional con una perspectiva social y sostenible.

¿Por qué Iberdrola se va de México?

Aunque la venta fue presentada como un movimiento estratégico global, lo cierto es que Iberdrola llevaba meses evaluando su permanencia en México. Según medios españoles, la empresa enfrentó presión regulatoria y falta de certeza jurídica, lo cual debilitó su posición frente al gobierno mexicano.

Reportes indican que el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, habría decidido abandonar el país tras considerar inviable operar con reformas legales cambiantes y bajo constantes cuestionamientos sobre el modelo de autoabasto que mantenía con varias empresas.

Claudia Sheinbaum niega inseguridad jurídica

Tras el anuncio de la venta, la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que no existen motivos para que empresas como Iberdrola abandonen México. Señaló que el gobierno solo busca que se respeten las reglas vigentes, y explicó que muchos de los contratos de Iberdrola operaban bajo esquemas de autoabasto ilegal.

“La generación eléctrica privada es legal cuando el particular produce para su propio consumo y vende el excedente a la CFE. Lo ilegal es comercializar electricidad a terceros usando la red pública sin pagar lo justo por ello”, puntualizó Sheinbaum.

La mandataria reiteró que México ofrece estabilidad económica, buenas condiciones crediticias y un entorno propicio para la inversión siempre que se respete el marco legal.

Cox, el nuevo protagonista del sector energético

Con esta adquisición, Cox Energy se transforma en un actor estratégico del mercado eléctrico mexicano. La empresa anticipa cerrar 2025 con:

  • Ventas por 3,300 millones de dólares
  • Un EBITDA de 825 millones de dólares
  • Cobertura nacional en generación, suministro y distribución

Cox ha asegurado que mantendrá al personal de Iberdrola y priorizará proyectos con impacto regional y social, incluyendo inversiones en agua e infraestructura crítica.

¿Hacia dónde va el futuro energético de México?

La salida de Iberdrola y la entrada de Cox reflejan una reestructuración del mercado eléctrico mexicano. Mientras una firma extranjera se retira, otra apuesta por crecer y colaborar con la CFE. Este giro estratégico también revela la intención del gobierno mexicano de recuperar control sobre el sector energético, sin cerrar del todo la puerta al capital privado.

La transición energética, el cumplimiento de objetivos climáticos y la necesidad de atender una demanda creciente colocan a México en el centro de la transformación eléctrica en América Latina.

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