En un movimiento histórico para la industria nacional, la empresa mexicana QSM Semiconductores ha anunciado la construcción de la primera planta de fabricación de semiconductores del país en Querétaro, con planes de iniciar operaciones en 2025. Este es un paso decisivo hacia la soberanía tecnológica de México.
México está a punto de dar un salto cuántico en la cadena de valor global. El anuncio de QSM Semiconductores de establecer la primera fábrica de chips de origen nacional es más que una simple noticia de negocios; es una declaración de intenciones. Este proyecto, que verá la luz en Querétaro, posiciona a México no solo como una potencia manufacturera, sino como un jugador emergente en la crítica industria de la alta tecnología.
Este desarrollo no podría ser más oportuno, ya que coincide con un auge sin precedentes del nearshoring y una captación récord de Inversión Extranjera Directa (IED), que superó los 21 mil millones de dólares en el primer trimestre de 2025.
El Chip «Hecho en México»: Una Apuesta Estratégica
La futura planta de QSM se centrará en un nicho de mercado inteligente y estratégico: los chips «legacy» o de herencia. Aquí están los detalles clave del proyecto:
* Ubicación: El estado de Querétaro, un hub industrial y tecnológico consolidado en México.
* Capacidad de Producción: Se espera una producción anual de 10,000 obleas de silicio, las láminas sobre las que se construyen los microprocesadores.
* Tipo de Tecnología: La planta fabricará chips con nodos de proceso más antiguos (de 28 nanómetros o superiores).
Lejos de ser una desventaja, la apuesta por los chips «legacy» es una jugada maestra. Estos componentes, aunque no son de última generación, son absolutamente esenciales para industrias clave en México como la automotriz, la aeroespacial, los equipos médicos y la electrónica de consumo. Son componentes de alta demanda, menor costo de desarrollo y que consumen menos energía, ideales para un sinfín de aplicaciones donde la fiabilidad es más importante que la máxima velocidad.
El Motor del «Plan México» y el Nearshoring
La planta de QSM encaja perfectamente en la visión del «Plan México», la estrategia del gobierno federal para fortalecer la economía nacional. Uno de los objetivos centrales de este plan es aumentar el contenido nacional en las cadenas globales de valor y sustituir importaciones estratégicas. La producción local de semiconductores es un paso gigantesco en esa dirección.
Este proyecto es una prueba tangible de que el nearshoring está evolucionando. Ya no se trata solo de ensamblar productos; se trata de desarrollar y fabricar componentes de alto valor añadido en suelo mexicano. Esto no solo atrae inversión, sino que crea un ecosistema tecnológico robusto, genera empleos de alta calificación para ingenieros mexicanos y reduce la peligrosa dependencia de las cadenas de suministro asiáticas.
Hacia la Soberanía Tecnológica
La construcción de esta planta es el primer paso en un largo camino hacia la autosuficiencia tecnológica. En un mundo donde los semiconductores son considerados el «nuevo petróleo», tener capacidad de producción nacional es una cuestión de seguridad y soberanía económica.
«Este avance […] permitirá ‘posicionar a México’ en el mapa de los semiconductores, gracias a chips diseñados por ingenieras e ingenieros mexicanos de la compañía.» – Alejandro Franco, Fundador de QSM Semiconductores.
Al apuntar a un nicho estable y crítico del mercado, México no busca competir con los gigantes de Taiwán o Corea del Sur, sino construir una base industrial sólida que pueda crecer y sofisticarse en el futuro. Es una apuesta por el talento mexicano y una inversión en la independencia económica del país.
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