El 1 de enero de 2025, Guadalupe y Calvo, un municipio en el estado mexicano de Chihuahua, despertó con una escena que parecía sacada de una película de terror. En la entrada del municipio, donde las luces de Navidad aún adornaban el arco de bienvenida, fueron encontrados los cuerpos de dos hombres colgados de la estructura. Junto a los cadáveres, una cartulina con un mensaje que, como una advertencia, decía «Feliz año nuevo». Sin embargo, las palabras no eran un saludo amable, sino un ominoso mensaje vinculado a los grupos criminales que azotan la región.
Las autoridades locales recibieron el reporte a altas horas de la noche, cuando los habitantes del lugar se encontraron con el horror. La noticia se diseminó rápidamente, desatando una intensa movilización de las fuerzas de seguridad, quienes acordonaron el área para evitar que la escena fuera alterada. El mensaje escrito en la cartulina apuntaba a una «limpia» en la zona, lo que sugiere que la violencia está directamente relacionada con las disputas entre facciones del crimen organizado.
La violencia en Chihuahua: un enfrentamiento entre Los Salgueiro y La Línea
Este macabro hallazgo no es un hecho aislado. En las últimas semanas, la región ha sido escenario de intensos enfrentamientos entre grupos criminales rivales. Los Salgueiro, una célula del Cártel de Sinaloa, se han enfrentado a La Línea, brazo armado del Cártel de Juárez, en una lucha sangrienta por el control de las rutas y el territorio. Estos enfrentamientos, que incluyen ejecuciones y torturas, han dejado varias víctimas fatales y una sensación de temor entre la población.
El 29 de diciembre de 2024, tan solo unos días antes, se había registrado un caso similar en el mismo lugar. Un joven de 19 años, identificado como Ángel “B”, fue encontrado colgado en el mismo arco de entrada. Según las investigaciones, el joven habría sido ejecutado por sus vínculos con el grupo de La Línea, y un video difundido en redes sociales mostró a la víctima siendo interrogada por los sicarios, quienes la acusaban de colaborar con los enemigos del grupo criminal.
Un mensaje de poder y control
El narcomensaje dejado junto a los cuerpos tiene una clara intención de sembrar miedo en la población local. El uso de las festividades de fin de año como telón de fondo para este tipo de mensajes es una táctica que buscan dejar una marca indeleble en la comunidad. En este caso, el mensaje de «Feliz año nuevo» no es solo una ironía macabra, sino una declaración de poder de las organizaciones criminales en la región.
La violencia que se vive en Chihuahua no es solo un reflejo de los conflictos entre bandas del crimen organizado, sino también una manifestación de la creciente impotencia de las autoridades locales y federales para frenar estos actos de barbarie. La violencia en las calles de Guadalupe y Calvo es un eco de una problemática más profunda, que incluye la falta de oportunidades, la pobreza y la presencia de grupos criminales que se alimentan de la desesperación.
Guadalupe y Calvo en el centro de la guerra entre carteles
Chihuahua, conocido por su vasto territorio y la fortaleza de sus montañas, se ha convertido en el campo de batalla de varias organizaciones criminales que luchan por dominar el mercado de drogas, extorsionar a las poblaciones y controlar las rutas de tráfico hacia los Estados Unidos. El Cártel de Sinaloa y el Cártel de Juárez son los principales jugadores en este conflicto, y sus facciones se enfrentan violentamente no solo por el control de territorios, sino por el dominio de la población misma.
La situación es tan compleja como peligrosa. Mientras los enfrentamientos entre los miembros de Los Salgueiro y La Línea siguen en aumento, la población civil se ve atrapada en medio de una guerra sin cuartel. Las autoridades locales han intentado implementar operativos de seguridad, pero la violencia sigue avanzando con impunidad, como se ha demostrado en los trágicos hallazgos recientes.
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