Hackean cuentas de Madres Buscadoras y amenazan a su fundadora

Hackean y amenazas: la lucha de Ceci Flores bajo ataque

Hackean las páginas oficiales del movimiento Madres Buscadoras de Sonora. En cuestión de horas, el colectivo dijo que perdió el control de las cuentas con las que durante años dio voz a miles de familias de desaparecidos. Así lo externó Ceci Patricia Flores, fundadora del colectivo.

Pero lo más grave no fue la pérdida digital. Poco después del ataque, comenzaron a llegar amenazas de muerte dirigidas contra ella y otras integrantes del colectivo. “Nos quieren callar, pero no lo van a lograr”, dijo la activista en un video compartido en redes sociales, visiblemente afectada pero decidida a seguir adelante.

Una lucha que no se detiene aun que las hackean

Ceci Flores no es una figura cualquiera dentro del activismo mexicano. Su rostro se ha convertido en símbolo de la resistencia de las madres que, ante la indiferencia de las autoridades, salen con palas a buscar a sus hijos desaparecidos. Es por ello que si hackean las cuentas no hay duda que seguirán insistiendo.

Desde hace casi una década, su vida gira en torno a una misma misión: encontrar a sus dos hijos. Alejandro Guadalupe Islas Flores desapareció en 2015 en Los Mochis, Sinaloa; cuatro años después, Marco Antonio Sauceda Rocha fue visto por última vez en Bahía de Kino, Sonora.

Esa doble pérdida la convirtió en una de las voces más firmes del país. Por eso, cuando hace unos días convocó a otras víctimas, colectivos y organizaciones a unirse “en una sola voz y una sola lucha”, su llamado generó eco nacional… y, poco después, el hackeo.

Hackean para silenciar una causa que incomoda

El ataque cibernético borró más de tres millones de seguidores de las páginas oficiales de Madres Buscadoras. Con ellas, desaparecieron años de trabajo, publicaciones, testimonios y campañas que habían ayudado a localizar restos y personas vivas en todo México.

“Nos quitan la oportunidad de seguir alzando la voz, pero no nos van a callar”, expresó Flores. “Vamos a empezar de cero, con más fuerza, con más amor y con más experiencia”.

El hackeo, explicó, no fue casualidad. Coincidió con su convocatoria nacional para unir a colectivos y especialistas en seguridad. En sus propias palabras: “El día que convoqué a unirnos, me hackearon todas las páginas. Comenzó una campaña para normalizar que maten y desaparezcan a nuestros hijos”.

Amenazas que buscan apagar el movimiento

Tras el ataque, Flores y su equipo comenzaron a recibir mensajes intimidatorios. Las amenazas advertían que serían “buscadas” si continuaban con su labor. Paradójicamente, ellas son las que buscan, las que recorren desiertos y cerros para encontrar a quienes el país olvidó.

“Nos quieren callar robando nuestras redes, pero no pueden robarnos la fuerza”, declaró. “No voy a dejar de buscar a mis desaparecidos porque me hayan quitado una página”.

Estas palabras resonaron con fuerza entre los cientos de madres y familiares que integran el colectivo. A pesar del miedo, continúan trabajando en la creación de nuevas cuentas y canales de comunicación para no detener el rastreo ni el acompañamiento a víctimas.

La resiliencia como bandera

A lo largo de su trayectoria, Ceci Flores ha enfrentado múltiples intentos de intimidación, desde campañas de desprestigio hasta ataques directos. Sin embargo, cada golpe parece reforzar su determinación.

Su historia no sólo refleja la lucha contra la violencia y la impunidad, sino también contra el silencio digital que intenta borrar causas incómodas. Madres Buscadoras representa hoy una red de resistencia que trasciende las fronteras de Sonora y simboliza el amor de miles de mujeres que buscan justicia.

Tabla informativa sobre el hackeo a Madres Buscadoras

Una voz que no se apaga

A pesar del miedo y las amenazas, Ceci Flores insiste en seguir. Su historia encarna la fuerza de miles de madres mexicanas que no se rinden, incluso cuando todo parece estar en su contra.

Hackean a un colectivo, pero no la memoria ni la determinación de quienes han convertido el dolor en acción. Las Madres Buscadoras seguirán hablando, marchando y excavando, porque su causa trasciende los límites del miedo y del olvido.