Cada año, el Día del Voluntario de Grupo México se ha consolidado como una de las iniciativas de responsabilidad social empresarial más amplias en América Latina. En su onceava edición, más de 5,000 personas se unieron en una jornada de colaboración enfocada en tres pilares esenciales: seguridad alimentaria, nutrición y educación infantil. A través de estas líneas de acción, la compañía impulsa la participación activa de sus colaboradores en proyectos que fortalecen las condiciones de vida en las comunidades donde mantiene presencia operativa.
Los voluntarios de Grupo México intervinieron en la rehabilitación de 42 espacios educativos y comunitarios en México y Perú. Las jornadas incluyeron labores de pintura, limpieza y mantenimiento de escuelas, parques y comedores, así como la creación y fortalecimiento de huertos escolares. En conjunto, estas acciones contribuyeron a mejorar los entornos donde conviven miles de niños y familias.
Además, la empresa donó más de seis toneladas de alimentos recolectados por sus propios empleados, destinados a comunidades con necesidades prioritarias. El componente alimentario se complementó con talleres sobre nutrición, salud y hábitos sostenibles, lo que permitió fortalecer la dimensión educativa del programa. De esa forma, Grupo México buscó no solo atender la carencia inmediata de recursos, sino también fomentar prácticas que contribuyan a la autonomía alimentaria dentro de los entornos participantes.
Educación y sostenibilidad: ejes del voluntariado de Grupo México
En el ámbito educativo, las actividades incluyeron dinámicas que acercaron a los niños a conceptos básicos sobre el valor de una alimentación balanceada y la importancia de cuidar los recursos naturales. Mediante juegos, charlas y ejercicios recreativos, los voluntarios generaron espacios de aprendizaje colaborativo en los que participaron estudiantes, docentes y padres de familia. La interacción directa permitió reforzar el vínculo entre la empresa, las comunidades, las escuelas y los entornos sociales donde tiene operaciones.
En México, la edición 2025 del Día del Voluntario se desarrolló en diversos estados, como Sonora, Chihuahua, Zacatecas, San Luis Potosí, Guanajuato, Campeche, Oaxaca, Jalisco, Veracruz, Coahuila, Baja California y la Ciudad de México. Cada región adaptó las actividades a las características y necesidades de sus comunidades, lo que demuestra la capacidad organizativa de una red que se articula simultáneamente en distintos territorios.
En Perú, el compromiso se extendió a través de Southern Copper, filial de Grupo México, que involucró a sus colaboradores y familias en comunidades como Cuajone, Ilo, Toquepala, Tía María, Michiquillay y Los Chancas. Las labores desarrolladas siguieron la misma línea de acción: recuperación de espacios, apoyo alimentario y fortalecimiento de la infraestructura educativa local. Dichas acciones han permitido consolidar una relación de cooperación continua entre la empresa y las comunidades peruanas donde mantiene operaciones.
El enfoque del programa se distingue por integrar acciones tangibles y mensurables en beneficio de la población. Más allá del número de participantes o de los espacios rehabilitados, el Día del Voluntario se concibe como un ejercicio de corresponsabilidad social, donde la participación de los trabajadores de Grupo México se traduce en resultados visibles y sostenibles.
El impacto del voluntariado se refleja en la recuperación de escuelas, comedores y espacios comunitarios que vuelven a integrarse a la vida local gracias a la participación ciudadana. Las acciones enfocadas en seguridad alimentaria ayudan a reducir la vulnerabilidad social y fortalecen la educación nutricional desde edades tempranas.
Según el Banco Mundial, cerca del 23 % de la población latinoamericana enfrenta algún grado de inseguridad alimentaria, una realidad que evidencia la necesidad de mantener la cooperación entre comunidad, instituciones y sector privado para construir entornos más equitativos y sostenibles.


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