El Gobierno de México ha propuesto una reforma a la Ley Federal de Derechos que contempla un incremento de hasta 223% en las tarifas de entrada a museos y zonas arqueológicas. El objetivo oficial es generar recursos para mantenimiento, restauración e investigación del patrimonio histórico y cultural.
Sin embargo, el anuncio ha encendido el debate, pues el aumento impactará de manera significativa en la experiencia de turistas nacionales e internacionales.
¿Cómo se aplicarán los nuevos precios?
La iniciativa clasifica los recintos culturales en distintas categorías:
- Categoría 1: Incluye al Museo Nacional de Antropología, el Museo Nacional de Historia y la zona arqueológica de Teotihuacán con museo. El costo pasará a 209 pesos, lo que representa un aumento de 135%.
- Categoría 2: Museos como el Carrillo Gil, el Museo Nacional de San Carlos y el Museo Nacional de Arquitectura tendrán una cuota de 156.75 pesos, también con alza de 135%.
- Categoría 3: El incremento más alto será en espacios como la Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo y el Museo Mural Diego Rivera, que llegarán a 143.69 pesos, un aumento del 223%.
- Nueva categoría Tren Maya: Sitios como Chichén Itzá, Uxmal y Dzibilchaltún tendrán una tarifa de 104 pesos, sin descuentos para residentes.
¿Quiénes recibirán descuentos?
El gobierno señaló que mexicanos y extranjeros con residencia en México tendrán reducciones de entre 45% y 50% en las tres primeras categorías. No obstante, en los sitios vinculados al Tren Maya no habrá ningún tipo de descuento.
De esta manera, el peso del costo recaerá principalmente en los turistas internacionales, un sector clave para el ingreso económico del país.
El debate sobre el turismo cultural
Las nuevas tarifas buscan equilibrar la necesidad de financiar la preservación del patrimonio cultural con el reto de mantener la afluencia turística. Organizaciones culturales y expertos han señalado que, si bien es fundamental invertir en museos y zonas arqueológicas, los incrementos deben evitar convertirse en un obstáculo para el acceso al conocimiento histórico.
Con la integración de recintos al circuito del Tren Maya, el Gobierno apuesta por una mayor proyección internacional, aunque a costa de un cambio en la dinámica de acceso para locales y visitantes.
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