El nombramiento de Hugo López-Gatell como representante ante la OPS desata una tormenta en el Senado. La oposición exige un minuto de silencio por las víctimas de COVID-19 y Morena se niega. Conoce los detalles del enfrentamiento.
La designación de Hugo López-Gatell, el rostro de la estrategia contra el COVID-19, como representante de México ante la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha provocado un cisma en el Senado, reabriendo las dolorosas heridas de la pandemia y evidenciando la profunda polarización del país.
Un nombre es suficiente para encender la pradera política en México: Hugo López-Gatell. Su reciente nombramiento como representante de México ante la Organización Panamericana de la Salud (OPS) no fue un simple trámite burocrático, sino el detonante de uno de los enfrentamientos más crudos y simbólicos de la legislatura actual en el Senado de la República. La decisión ha sido calificada por la oposición como un «premio» inmerecido y por el oficialismo como un reconocimiento justo, partiendo al país en dos visiones irreconciliables sobre la gestión de la peor crisis sanitaria en un siglo.
Un nombramiento que enciende el Senado
La noticia de la designación cayó como una bomba en el pleno del Senado. De inmediato, legisladores de la oposición tomaron la tribuna para condenar lo que consideran una «burla» y una «ofensa» a la memoria de los cientos de miles de mexicanos fallecidos durante la pandemia de COVID-19. Acusaron a López-Gatell de negligencia y de ser el principal responsable de una estrategia fallida que, según ellos, costó un número de vidas evitable.
En defensa del nombramiento, el senador Gerardo Fernández Noroña, del Partido del Trabajo, desestimó las críticas, calificándolas de «politiquería» y defendió la trayectoria y capacidad del exsubsecretario de Salud. El oficialismo cerró filas, argumentando que la gestión de López-Gatell fue la correcta dadas las circunstancias y que su experiencia será valiosa en el organismo internacional.
El minuto de silencio negado: El gesto que desató la furia
El punto de máxima tensión llegó cuando la bancada de la oposición solicitó formalmente guardar un minuto de silencio en memoria de las víctimas de la pandemia, como un acto de protesta simbólica contra el nombramiento. La propuesta fue sometida a votación por Fernández Noroña, quien presidía la sesión.
El resultado fue contundente: la mayoría oficialista de Morena y sus aliados votó en contra, desechando la petición. Este acto, más que cualquier discurso, encapsuló la fractura política del país. Para la oposición, la negativa fue una «revictimización» y una muestra de insensibilidad y soberbia. Para el oficialismo, fue una manera de no ceder ante lo que consideraron un «chantaje» político.
«Negarse a un minuto de silencio por los muertos de la pandemia mientras premian a quien consideran el responsable es una de las páginas más oscuras y dolorosas que ha escrito esta mayoría en el Senado». – Senadora de oposición.
El legado de la pandemia: ¿Por qué López-Gatell genera tanta controversia?
Para entender la virulencia del debate, es necesario recordar el papel central de Hugo López-Gatell durante la pandemia. Como subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, fue la cara y la voz diaria del gobierno federal. Sus conferencias de prensa, sus proyecciones sobre el número de contagios, sus polémicas sobre el uso del cubrebocas y sus enfrentamientos con la prensa lo convirtieron en una de las figuras más amadas y odiadas de México.
Para sus seguidores, es un científico íntegro que resistió las presiones de los poderes fácticos. Para sus detractores, es el símbolo de una gestión marcada por la improvisación y las malas decisiones. Su nombramiento ante la OPS no ha hecho más que reavivar este debate, demostrando que las heridas de la pandemia están lejos de cicatrizar y que la polarización política sigue siendo el pulso que marca la vida pública de México.
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