En un impactante video que circuló en redes sociales, un policía de tránsito de Tecamachalco, Puebla, fue captado mientras afirmaba que todos los uniformados, incluyendo él, son “rateros”. El hombre identificado como Jesús “N” fue grabado en las oficinas de la Policía Municipal mientras hablaba abiertamente sobre la corrupción que, según él, impera dentro de la institución. El video rápidamente se viralizó, revelando no solo una actitud complaciente con el robo, sino una peligrosa normalización de la corrupción dentro de las fuerzas del orden.
El momento de la revelación
El video muestra a Jesús “N” en plena conversación con dos personas mientras, con tono relajado, admite sin remordimiento que todos los policías son “rateros”, incluso él. “Discúlpame lo que voy a decir. Todos somos rateros, aquí quien diga que no roba, me disculpa, yo me incluyo”, se escucha decir al policía mientras viste su uniforme.
Este comentario fue realizado en medio de una confrontación tras un presunto acto de extorsión, donde se había reportado que el policía le había quitado 5 mil pesos a un ciudadano. Lo que parecía un acto aislado de corrupción se convirtió rápidamente en una muestra pública de la descomposición dentro de las autoridades locales.
La respuesta de la ciudadanía y las autoridades
El ciudadano que grabó el video no se quedó callado ante la confesión del policía. En el video, lo confronta y asegura que no se incluye entre los «rateros» mencionados. «Cada quien es libre de sus propios actos. Cada quien sabe lo que hace y lo que no hace«, expresó el hombre, rechazando la idea de que todos los policías sean iguales. Este enfrentamiento resalta la tensión entre los ciudadanos y los oficiales de policía en el municipio, especialmente en un contexto donde la desconfianza y la corrupción son temas recurrentes.
Tras la difusión del video, el Ayuntamiento de Tecamachalco, encabezado por el presidente municipal Mateo Hernández, reaccionó rápidamente. Jesús “N” fue dado de baja de la corporación por no cumplir con los principios de transparencia y honestidad que rigen a la administración pública local. La administración también abrió una carpeta de investigación interna para esclarecer los hechos y sancionar a los involucrados, reafirmando su postura en contra de la corrupción en la policía municipal.
🤬🤬 “Todos somos rateros”
— Carlos Martin Huerta (@carlosmartinh) February 11, 2025
Captan a policía vial de Tecamachalco extorsionando a ciudadano, asegurando que “aquí todos roban”, incluyéndose. En plenas oficinas de tránsito, el oficial Jesús N., le quitó 5 mil pesos.
A pesar de mostrar el video a las autoridades municipales,… pic.twitter.com/YokFdOsLNP
El contexto de la denuncia: Robo de celular
Este incidente no fue un hecho aislado. Días antes, un ciudadano había denunciado que durante una revisión de rutina a su camioneta, policías municipales le robaron su celular. Tras notar la desaparición del dispositivo, el afectado siguió a los oficiales hasta que finalmente le devolvieron el celular después de insistir en su reclamo. El hecho subraya una serie de abusos de poder que afectan la relación entre los policías y los ciudadanos en Tecamachalco, y pone de manifiesto la corrupción sistémica que puede existir dentro de las fuerzas de seguridad.
El Ayuntamiento de Tecamachalco, por su parte, informó que la Comisión de Honor y Justicia se encargaría de investigar las acusaciones de robo y corrupción, aplicando las sanciones correspondientes a quienes resulten responsables.
La importancia de erradicar la corrupción policial
Este tipo de incidentes refleja una grave preocupación sobre el comportamiento de algunos elementos de las fuerzas del orden. La policía, como institución encargada de garantizar la seguridad y el respeto de la ley, debe ser un modelo de integridad para la sociedad. Sin embargo, la extorsión y el robo por parte de sus miembros son prácticas que erosionan la confianza pública y socavan la función misma de la policía.
Los actos de corrupción, como los que se exponen en este caso, requieren de una respuesta firme y rápida por parte de las autoridades competentes. Es crucial que se implemente una vigilancia constante, se promueva la capacitación ética y se asegure que los procedimientos de investigación y sanción sean transparentes, con el objetivo de restaurar la confianza de la ciudadanía en sus fuerzas de seguridad.
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